Tiene un precio base (50.080 €) superior a cualquier otro coche de potencia y tamaño semejante, pero con un equipamiento de serie que justifica esa diferencia.
De hecho, a igualdad de equipamiento es más asequible que un BMW 525d, un Mercedes-Benz E 270 CDI o, en menor medida, un Renault Vel Satis Initiale 3.0 dCi V6 24v (todos ellos en sus versiones automáticas). Un Saab 9-5 3.0 V6 TiD Vector Sport es más barato, pero no puede igualar el equipamiento del Lancia (tabla comparativa), ni tiene cambio automático.
La suspensión, que incluye una amortiguación de control electrónico, está enfocada hacia la comodidad de los pasajeros. No logra un compromiso entre confort y estabilidad similar al de otras berlinas de su tamaño, como un Mercedes-Benz Clase E o un Jaguar S-Type.
Su motor, de cinco cilindros y 175 CV, transmite demasiadas vibraciones al interior (al asiento, volante y a la palanca del cambio) cuando funciona a ralentí; en marcha, esas vibraciones desaparecen. Tiene un consumo y unas prestaciones ligeramente peores que la media, algo en lo que tiene que ver su elevado peso (1.820 kg).
El cambio de marchas (automático de cinco relaciones) es algo lento cuando buscamos la máxima aceleración. Por el contrario, me ha gustado la suavidad con que realiza los cambios y la forma en que reacciona a las maniobras del conductor (no sube a una marcha superior si levantamos el pie al llegar a una curva e, incluso, reduce en deceleraciones fuertes).
Me ha parecido un coche silencioso. Está bien aislado, tanto del ruido proveniente del motor, como del de rodadura, resultando un coche agradable para viajar. Tampoco se aprecian ruidos aerodinámicos en exceso.
El equipamiento que tiene, y el que puede llegar a tener con las opciones, es muy abundante. Incluye elementos como los faros de xenón para cortas y largas (de serie), sistema de entrada y arranque sin llave, asientos ventilados con función de masaje, navegador con teléfono (de serie), climatizador multizona con mandos para las plazas posteriores (de serie), un techo eléctrico con células solares que alimentan el ventilador interior del coche (cuando esta estacionado) o un programador de velocidad activo (con radar).