El Thema es una berlina amplia para cuatro ocupantes, aunque menos de lo que cabría esperar dado su tamaño exterior. Frente a otros modelos de tamaño similar, o incluso menor, tiene menos espacio disponible según nuestras mediciones (tabla comparativa). Según éstas, respecto al anterior Chrysler 300 ha perdido espacio interior, principalmente altura y espacio para las piernas en las plazas traseras.
En los asientos traseros, un tercer ocupante, el de la plaza central, no se encontrará cómodo por dos motivos: hay poca anchura disponible y el prominente túnel central resta mucho espacio para sus pies. Dos adultos sí viajarán con comodidad en las plazas laterales tanto por anchura como por altura y espacio para las piernas, siempre que los asientos delanteros no vayan muy retrasados y no midan más de 1,80 metros, ya que a partir de esa estatura la cabeza les dará contra el techo.
En las plazas delanteras, el mayor inconveniente pueden ser los pocos centímetros de altura que resta el techo solar opcional, claves para tener sensación de desahogo o no. Un conductor de 1,80 metros, con el asiento en su posición más baja, casi roza con el tapizado del techo si el coche lleva techo solar. La anchura es más que suficiente: muy corpulentos deben ser los ocupantes de los asientos delanteros para sentirse agobiados.
La posición de conducción es adecuada para personas de diversas tallas gracias a los reglajes amplios disponibles en el asiento y el volante —todos ellos eléctricos en las versiones más equipadas—. Hay dos botones, en la puerta, que permiten memorizar sendas posiciones del asiento.
Todos los mandos quedan cerca y son fáciles de manejar, aunque algunas funciones requieren dar muchos pasos a través de la pantalla táctil de 8,4 pulgadas de la consola desde la que se maneja el navegador —opcional o de serie en función del nivel de equipamiento—, el teléfono móvil, el equipo de sonido o los asientos con ventilación o calefacción, entre otros elementos.
Los asientos son cómodos y tienen un mullido firme. A pesar de no tener unos laterales muy marcados y de estar tapizados de cuero, sujetan bien el cuerpo. Los reposacabezas pueden quedar algo bajos a personas de más de 1,85 metros, especialmente los de las plazas posteriores. No tienen ningún tipo de regulación especial, ni están ventilados ni dan masajes, al contrario de lo que ocurría en el Lancia Thesis. En este sentido, el de la atención a los ocupantes, el Thema es un paso atrás ya que los ocupantes de los asientos traseros carecen de ciertas atenciones que son comunes en coches de su tamaño o precio, como un climatizador trasero o unas cortinillas en las ventanas (sí hay una para la luneta). El Thesis tenía mandos para la climatización, un botón que permitía adelantar el asiento delantero derecho y un mando a distancia para manejar el equipo de sonido.
El acceso al habitáculo es cómodo en todas las plazas porque las puertas abren lo suficiente y los asientos quedan cerca del umbral y no están ni muy altos ni muy bajos. El habitáculo está elaborado con materiales de buena calidad —todo el salpicadero está tapizado de cuero, igual que la parte superior del interior de las puertas, muy agradable al tacto—, aunque no llegan al nivel de los de, por ejemplo, los modelos de Audi, BMW o Mercedes-Benz.
Hay varios huecos para dejar objetos repartidos por el habitáculo, aunque la mayoría no son grandes. Sí lo es, por ejemplo, el que hay bajo el apoyabrazos ubicado entre los asientos delanteros. Éste incluye una toma 12V y conexiones USB y Aux-In. También se pueden dejar cosas en las puertas, delante y al lado de la palanca del cambio —estos dos sí son pequeños; el primero incluye una toma de 12V— o en la guantera, de poca capacidad. Los huecos para botellas o latas de bebidas que hay tras la palanca de la transmisión pueden mantenerlas frías o calientes, ambas por igual o cada una por separado.
El freno de estacionamiento es de pedal, un sistema que me parece más incómodo que uno de palanca o eléctrico (mejor aún).
La tapa del depósito de combustible únicamente se puede abrir mediante un botón que hay junto al hueco que hay en la parte baja de la puerta delantera izquierda. Queda un poco escondido. Una vez abierta la tapa ya se puede repostar directamente puesto que no hay un tapón de rosca.
Tiene una capacidad de 462 litros. Es un volumen normal comparado con el de otros modelos de similar tamaño. Hay alguno, como un Škoda Superb, un Mercedes-Benz Clase E o un Jaguar XF, que tienen mucho más espacio disponible (listado comparativo).
Los pasos de rueda restan mucho espacio. Salvo por esto, tiene formas regulares, lo que facilita la colocación de la carga (mediciones del maletero). Hay un doble fondo en el que depositar pequeños objetos. Ahí va guardado el equipo de reparación de pinchazos y está la batería (muy grande). Hay que hacer cierto esfuerzo para depositar en su interior los objetos pesados ya que el borde de carga queda alto. Entre éste y el piso del maletero hay 22 centímetros de distancia.
Hay varios elementos prácticos, como dos ganchos para bolsas en cada lado del maletero, en la parte más cercana a la boca de carga. Sin embargo, se echa de menos otros como unas argollas en las que fijar unas cinchas elásticas o una red con las que asegurar la carga.
La tapa del maletero se puede abrir mediante una tecla que hay a la izquierda de la columna de la dirección o un botón que hay en el extremo derecho de la tercera luz de freno, en la parte alta de la propia tapa. En el otro extremo está ubicada la cámara de visión trasera, en caso de llevarla. También se puede abrir desde el mando a distancia. Para cerrarla hay que hacer fuerza porque sino la tapa no se fija en su anclaje.