En abril de 2008, Jaguar puso a la venta en España la versión renovada del X-type. No es un modelo completamente nuevo, sino una actualización del que estába a la venta. Las modificaciones, que Jaguar cifra en 500 componentes, afectan principalmente a su aspecto, tanto en el exterior como en el habitáculo.
Respecto a la gama de motores, tampoco hay cambios excepto que el motor Diesel 2.2 D ahora puede ir combinado con una caja de cambios automática de seis velocidades y función de manejo secuencial. Esta combinación también incluye el filtro de partículas para disminuir una parte de las emisiones contaminantes; ahora el motor da 146 CV en vez de 155 (prueba de esta versión antes de los cambios).
Con esta caja, las prestaciones y el consumo empeoran respecto a la versión manual de 155 CV y también frente a la manual de su misma potencia (tabla comparativa de prestaciones y consumo).
Comparándolo con otros turismos de tamaño y potencia similar que también tienen una caja de cambios automática, el X-type 2.2 D no destaca ni por las prestaciones ni por el consumo (tabla comparativa).
Jaguar afirmó que había trabajado para disminuir las vibraciones y el ruido. Nosotros no hemos encontrado una diferencia apreciable: con el coche detenido y el motor en marcha, las vibraciones son mayores de lo normal; en movimiento, sí es un motor suave y que se oye poco, algo que ya ocurría en el modelo anterior.
En general, el X-type es un coche bien amortiguado y resulta cómodo a sus ocupantes. Su habitáculo no es tan espacioso como otros modelos de sus dimensiones, pero destaca por unos acabados mejores que la media.
El Jaguar X-type está disponible con dos carrocerías, berlina y familiar, y cuatro motores: dos de gasolina con 196 ó 230 CV; y dos Diesel de 131 ó 155 CV (146 CV con el filtro de partículas). Las versiones con motor Diesel son de tracción delantera; las de gasolina tienen tracción total.
Tampoco hay novedades importantes en el equipamiento que puede tener salvo la mejoras en el conexión Bluetooth para teléfonos móviles y en los sensores de ultrasonidos del sistema de ayuda al aparcamiento, que ahora son más pequeños.
En la carrocería cambian los paragolpes, la rejilla delantera, el emblema de la marca, las molduras laterales, las llantas y los colores de la carrocería. Además, los retrovisores llevan incorporados los intermitentes laterales. Las versiones con tracción total ya no llevan ningún distintivo que las identifique.
Dentro, en el habitáculo, hay nuevos recubrimientos (madera «Rosewood», cromados o «metálico tungsteno») para algunos elementos como, por ejemplo, las salidas de ventilación. Los asientos pueden ir tapizados en piel y tela o totalmente de piel. Son nuevos los indicadores de velocidad y revoluciones del motor.