El i30 2017 puede tener muchos sistemas de ayuda a la conducción relacionados con la seguridad que no estaban disponibles en el modelo anterior. La mayoría de ellos funcionan gracias a un equipo formado por una cámara y un radar situados en el frontal del vehículo.
De serie, todos tienen un sistema que cambia automáticamente entre luces cortas y largas, un detector de fatiga del conductor, un sistema de frenada de emergencia con detección de peatones o una alerta por cambio involuntario de carril. En función del nivel de equipamiento, además puede tener una alerta por tráfico cruzado al circular marcha atrás, un detector de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico o un programador de velocidad activo con parada y reanudación de la marcha en atascos (sólo en combinación con cambio automático).
El sistema de aviso por cambio involuntario de carril (LKAS) funciona desde 60 km/h y alerta al conductor mediante una señal acústica cuando detecta que alguna de las ruedas del vehículo está invadiendo el carril adyacente. Además tiene cierta capacidad para corregir la trayectoria actuando sobre la dirección; no es capaz de tomar curvas pronunciadas (porque además no es su cometido), pero cumple con su función de manera correcta y resulta muy útil ante pérdidas momentáneas de concentración al circular por carreteras de tipo autopista o autovía. Si el conductor retira las manos del volante, el sistema sigue funcionando aproximadamente durante 15 segundos. Pasado ese transcurso de tiempo, el sistema emite señales acústicas y visuales; pasados unos cinco segundos más, deja de funcionar.
El programador de velocidad activo (ASCC) solo puede ir en combinación con el nivel de equipamiento más alto (Style) y con el cambio automático (7DCT). Funciona entre 0 y 180 km/h y tiene capacidad para frenar el vehículo hasta detenerlo por completo. Su funcionamiento general es correcto, pero como suele ser habitual en este tipo de sistemas, no es capaz de anticiparse a los movimientos del tráfico circundante y, por lo tanto, en ocasiones actúa de manera brusca (por ejemplo, cuando un vehículo se incorpora de manera repentina por delante). Para reanudar la marcha tras una detención de más de tres segundos (por ejemplo, en un atasco), es necesario pisar levemente el pedar del acelerador o pulsar un botón en el volante.
El detector de vehículos en el ángulo muerto (BSD) alerta de la presencia de un vehículo o una motocicleta mostrando una señal anaranjada en los extremos de los retrovisores exteriores. Si el conductor activa el intermitente del lado en el que el sistema ha detectado un obstáculo, la alerta visual parpadea y además se emite una señal acústica. Su funcionamiento me ha parecido correcto tanto de día como de noche, pero no hemos tenido la oportunidad de probarlo con condiciones meteorológicas adversas (lluvia o niebla, por ejemplo).
El sistema de reconocimiento de algunas señales de tráfico (SLIF), como ocurre en casi todos los sistemas de este tipo, tiende a confundir las que hay en los carriles adyacentes (por ejemplo, vías de servicio), por lo que su utilidad no resulta del todo buena. Utiliza la información recibida de la cámara frontal y de la cartografía del navegador para mostrar el límite de velocidad de la vía por la que se circula en el cuadro de instumentos y en la pantalla del sistema multimedia.
El sistema de frenado automático de emergencia (AEB) utiliza tanto la cámara como el radar para alertar al conductor de la presencia de un vehículo o de una persona e incluso puede llegar a frenar el vehículo (siempre que circule a menos de 10 km/h).
El i30 2017 es el primer vehículo de Hyundai que ofrece un sistema de detección de fatiga del conductor (DAA). Este sistema analiza los movimientos que el conductor realiza sobre la dirección, la posición del vehículo dentro del carril y el tiempo de conducción y determina si éstos no son los correctos o si no siguen un patrón. En caso de que así sea, alerta al conductor mediante un pitido y un mensaje en el cuadro de instumentos. Es posible seleccionar varios niveles de sensibilidad para sistema e incluso desconectarlo por completo.
El i30 puede tener dos tipos de faros: unos con bombillas halógenas (de serie para los niveles de equipamiento Klass y Tecno) y otros con ledes (de serie en Style, opcional en Tecno y no disponible en Klass). En ambos casos vienen de serie con un sistema que cambia automáticamente entre luces cortas y largas al que Hyundai denomina HBA. Mi experiencia con este sistema no ha sido del todo satisfactoria, ya que tarda más de lo deseable en pasar de un tipo de alumbrado a otro y, por lo tanto, en ocasiones deslumbra a otros conductores. El alumbrado de los faros de ledes, que son los que tenía la unidad que hemos probado, me ha parecido bueno; el haz de luz es ancho, uniforme y suficientemente amplio. El único aspecto mejorable es que la transición entre la zona que está iluminada y la que no lo está es demasiado brusco.