En el habitáculo del Geely Galaxy E8 el salpicadero concentra todas las miradas. Tiene un aspecto futurista, sin apenas mandos mecánicos de control y una pantalla gigante que lo recorre a lo ancho. Geely no ha recurrido a la solución de Mercedes-Benz con el sistema «HyperScreen» de 56 pulgadas, que en realidad son tres pantallas diferentes; aquí es una sola, de 45 pulgadas y con resolución 8K (hay más información sobre la misma, así como de otros aspectos relacionados en el apartado de información técnica).
La calidad de las imágenes es tremenda, la visibilidad muy buena incluso ante condiciones de luz desfavorables y la fluidez con la que se suceden los menús, se navega por los mapas o incluso carga los juegos con los que viene de fábrica es fantástica. No podemos decir mucho acerca de su facilidad de uso (o lo contrario) porque la unidad a la que accedimos sólo tenía instalado el idioma chino, pero la estructuración de los menús no parece muy engorrosa. No obstante, desde ella se manejan la práctica totalidad de funciones del vehículo, por lo que a buen seguro requerirá de un periodo de adaptación más o menos largo.
En la consola que hay entre los dos asientos delanteros hay un conjunto de botones y un mando circular que son prácticamente los únicos de tipo físico que hay en todo el habitáculo. Desde ellos se pueden manejar algunas funciones del sistema multimedia y del climatizador, poco más. Justo por detrás hay una superficie de carga inalámbrica para un teléfono móvil (de 50 W de potencia) y un par de tomas USB (tipo A y tipo C). A continuación, un hueco de grandes dimensiones cubierto por dos tapas independientes que, cuando están cerradas, hacen las veces de reposabrazos.
El volante del Geely Galaxy E8 no es redondo, sino que está achatado tanto por arriba como por abajo. A pesar de ello, al menos tras la primera toma de contacto para hacer las maniobras de esquiva y eslalon, no nos ha parecido que sea un problema de cara a ver la información que hay justo por detrás, en la enorme pantalla. Lo que no tiene son unas levas para modificar el nivel de intensidad de la frenada regenerativa, algo que le vendría muy bien para no tener que estar navegando por los menús.
Los materiales con los que está fabricado el habitáculo son, en general, agradables, pero hay una diferencia muy notable en cuanto a calidad percibida según la zona en la que se encuentren. El techo, el salpicadero y las puertas, por ejemplo (las cuatro) son muy agradables al tacto y denotan buena calidad (el techo especialmente, con un símil Alcantara muy bien conseguido). La parte inferior de la consola central o, en general, aquellas zonas que quedan más alejadas de la vista, en cambio, son de un plástico más basto y con un tratamiento superficial mucho más sencillo. Tampoco resulta agradable el hecho de que los huecos portaobjetos no tengan un fondo de goma. Es posible que en las unidades de producción algunas de estas cosas sean diferentes.
Sea como fuere, de lo que no hay duda es que los materiales y las piezas, tanto las que tienen buen aspecto como las que no lo tienen tanto, están muy bien ensamblados entre sí. También es llamativa la ausencia total del plástico negro brillante para las molduras decorativas, algo que aplaudimos fervientemente. En este caso hay un símil madera de color muy claro que disimula mucho mejor la suciedad y los arañazos.
Espacio para los pasajeros y maletero
Aunque el techo del Galaxy E8 describe una forma descendente en su parte final, lo cierto es que el acceso a las plazas traseras no es dificultoso. Aquellas personas que midan un poco más de la media —más de 1,80 metros, aproximadamente— quizá se tengan que agachar un poco para no golpear la cabeza contra el marco, pero en este sentido no es un coche especialmente problemático. Pasa algo parecido en el Mercedes-Benz EQE y en el Tesla Model S.
Una vez dentro, hay espacio suficiente para que cuatro adultos de 1,80 metros de altura o un poco más viajes sin agobios. Según nuestras mediciones, en las plazas posteriores sobresale frente a sus alternativas en cuanto a espacio para las piernas (84 cm, 4 más que un BYD Han, que ya es muy bueno en este sentido, y 10 cm más que un Porsche Taycan), se queda en un punto intermedio en cuanto a altura libre al techo y por debajo de la media en cuanto a anchura entre puertas. Tabla comparativa de mediciones del interior.
Todas las versiones del Galaxy E8 tienen dos maleteros, uno en la parte posterior y otro delante, bajo el capó. Del posterior no tenemos el dato de su volumen en litros, pero sí podemos dar una estimación bastante aproximada en base a las mediciones que tomamos de sus cotas mínimas. El dato resultante de multiplicar la profundidad del espacio de carga (86 cm), por la anchura (103 cm) y la altura (49 cm) es de 434 litros (8,6 x 10,3 x 4,9 dm = 434 dm³ =434 litros). A esa cifra habría que sumar los recovecos laterales y el doble fondo, que es grande. El portón puede tener apertura y cierre automatizados en algunas versiones; en las que no lo tienen, se echa en falta un asidero o una hendidura en el propio portón para cerrarlo sin tener que tocar la carrocería.
Del maletero que hay delante, bajo el capó, sí tenemos datos medidos en litros. En las versiones con un solo motor (Standard Range y Long Range) es de 50 litros, y en la de dos motores (Performance), se queda en 32 l. En ambos casos es un espacio diáfano, sin compartimentar, y en el que se pueden llevar sin problemas de espacio los cables de recarga y algún objeto adicional.