El Geely Galaxy E8 es un coche eléctrico que, al menos de momento, no va a estar disponible en el mercado europeo. Tiene una carrocería de tipo berlina con cuatro puertas y una silueta que recuerda a la de algunos cupés por la caída que describe el techo en su parte final.
Tras una exclusiva toma de contacto en China (somos el único medio que ha conducido este modelo que aún no se comercializa) en la que accedimos a su habitáculo y medimos las principales cotas del mismo, las sensaciones que nos quedan son generalmente positivas. Es amplio, tiene mucho espacio de carga (hay dos maleteros), sus acabados son correctos y el sistema multimedia tiene un funcionamiento sobresaliente (impresiones del interior). También hicimos nuestras habituales pruebas de esquiva y eslalon, cuyos resultados están detallados al final de este texto y cuyo vídeo está publicado en nuestro canal de YouTube.
El Galaxy E8 está fabricado sobre la plataforma modular SEA, la misma empleada en varios modelos de Polestar y Zeekr. La carrocería mide 5,01 metros de longitud, 1,92 m de anchura y 1,47 m de altura. Por tamaño y concepto, sus principales alternativas en el mercado español son el BMW i5, el BYD Han, el Mercedes-Benz EQE, el Porsche Taycan, el Tesla Model S o el Volkswagen ID.7 (listado de todos ellos). La distancia entre ejes es de 2,93 metros y, por tanto, se queda a medio camino entre la del Porsche (2,90 m) y la del Mercedes-Benz, que es inusualmente amplia para un coche de este tamaño (alcanza los 3,12 metros).
Gama, motores y baterías
La gama del Galaxy E8 para su mercado local (China) estará compuesta por tres versiones, dos con un solo motor y tracción trasera (Standard Range y Long Range) y una con dos motores y tracción total (Performance). Fichas técnicas.
Las dos primeras tienen un motor de 272 caballos y una arquitectura eléctrica de 400 V, pero se distinguen entre sí por la capacidad de la batería: 62 kWh brutos en el primero de los casos (61 kWh útiles) y 76 kWh en el segundo (75 kWh útiles). La autonomía homologada es de 550 y 620 kilómetros, respectivamente, pero son datos medidos bajo el estándar CLTC chino, que es menos exigente que el WLTP que rige en Europa. Geely nos ha confirmado que, bajo este último sistema de medición, la autonomía de la versión Standard Range es de 460 kilómetros.
La versión restante, llamada Performance, tiene un motor por cada eje de ruedas (de 224 CV en el delantero y de 421 CV en el trasero; desconocemos la potencia máxima combinada) y una arquitectura eléctrica de 800 V que permite recargas a una potencia mucho más alta, como comentamos un poco más abajo. Esta versión lleva la batería de mayor capacidad (76 kWh brutos) y su autonomía es de 620 kilómetros (también bajo el ciclo CLTC chino).
La potencia de carga en corriente alterna es de 7,2 kW en todas las versiones, pero cambia muy sustancialmente si se hace en corriente continua. Las versiones Standard Range y Long Range lo pueden hacer a 150 kW, que es un dato normal, pero la Performance lo puede hacer a 360 kW, que es excepcional. Para poner esa cifra en contexto, ninguno de los modelos citados como alternativas unos párrafos más arriba siquiera se acerca a que ofrece el Geely: 270 kW en el Porsche (arquitectura de 800 V), 250 kW en el Tesla, 205 kW en el BMW, 170 kW en el Mercedes-Benz y 120 kW en el BYD. Lo que no sabemos es el tiempo necesario para hacer una recarga completa, ni en corriente continua ni en alterna.
Otros detalles
Hay tres modos de conducción —Eco, Normal y Sport— que se pueden seleccionar desde un menú específico del sistema multimedia y que modifican el funcionamiento del climatizador, la sensibilidad del pedal del acelerador y el nivel de intensidad de la frenada regenerativa, entre otros elementos. Para este último sistema también hay tres niveles predeterminados (bajo, medio y alto; no se puede eliminar por completo) y uno de pedal único que permite acelerar y frenar modulando la intensidad con la que se presiona el pedal del acelerador.
La suspensión tiene un esquema de tipo McPherson en el eje delantero y un sistema multibrazo en el trasero, con amortiguadores convencionales, sin posibilidad de ajuste (opcionalmente, algunas versiones se podrán pedir con unos controlados electrónicamente). Las llantas pueden ser de 19 o 20 pulgadas, depende de la versión (información técnica).
Este modelo pertenece a la gama «Galaxy» de Geely, que es aquella que tiene una orientación más lujosa y sofisticada y en la que también se encuentran los L6 y L7, una berlina y un SUV híbridos enchufables.
Prestaciones
Según nuestras mediciones, con la batería al 78 %, el Galaxy E8 Standard Range acelera de 80 a 120 km/h en 3,9 s (con un Mercedes-Benz EQE 350 de 292 CV fueron necesarios 4,3 s), mientras que el 0 a 100 km/h lo hace en 6,03 segundos. La velocidad máxima, según Geely, es de 190 km/h.
Maniobras de esquiva y eslalon
Los resultados en estas dos maniobras han sido muy buenos, especialmente en el caso de la esquiva, pero no directamente comparables con los que obtenemos habitualmente porque se dieron en una pista distinta, en China. A pesar de ello, y dejando cifras de velocidad y tiempo al margen, nos parecen muy útiles de cara a conocer cómo reacciona el coche ante este tipo de maniobras evasivas.
En el eslalon las reacciones fueron suaves, progresivas y muy fáciles de controlar, aunque a la hora de ir verdaderamente rápido tuvimos que hilar fino para evitar que el control de estabilidad comenzase a actuar. Y lo mismo ocurrió a la hora de hacer el cambio de sentido: cuando este lo hacía era de manera muy intensa y reducía de manera drástica la velocidad de avance y la fluidez de la maniobra. Una vez superada esta traba (que solo lo es de cara a la velocidad, no a la seguridad), el coche se movió entre los conos con cierta agilidad y con un balanceo de la carrocería reducido.
En la esquiva las cosas fueron aún mejor. Ya desde la primera pasada, que hicimos sin haber conducido el coche nunca, las sensaciones al volante fueron muy buenas y nos dieron una pista sobre cómo iba a transcurrir el resto de la jornada. La máxima velocidad a la que conseguimos superar la prueba fue de 82 km/h. Es un dato sobresaliente que, como hemos comentado, no es comparable con el obtenido para otros vehículos porque se dieron en pistas distintas con asfaltos diferentes. En estas circunstancias, el Galaxy E8 es un coche fácil de llevar, con un control de estabilidad muy bien puesto a punto (aquí apenas se percibía su actuación, al contrario que en el eslalon), una suspensión que contiene bien el balanceo de la carrocería y con unas reacciones muy neutras.
A velocidades superiores a esos 82 km/h, el subviraje era mayor e incompatible con la consecución del ejercicio, pero la sensación de control de la situación y seguridad al volante siguió siendo la tónica predominante.