El Ford Edge es un todoterreno de 4,83 metros de longitud y cinco plazas; no existe una variante de siete. Hay dos versiones, ambas con un motor Diesel y tracción en las cuatro ruedas: 2.0 EcoBlue de 190 CV y 2.0 EcoBlue de 238 CV. La primera tiene siempre un cambio manual y la segunda uno automático. Están en venta por 41 975 y 50 675 euros respectivamente (estos son los precios con el nivel de equipamiento más bajo; aquí se pueden consultar el de todas las versiones del Ford Edge).
El motor de menor potencia es una opción de compra totalmente aconsejable si no es imprescindible tener un cambio automático. Es un motor que apenas se siente en el interior (el habitáculo del Edge está muy bien aislado del ruido y las vibraciones) y que mueve con soltura al vehículo. No obstante, según nuestras mediciones la relación entre prestaciones y consumo no es tan buena como, por ejemplo, la de un SEAT Tarraco 2.0 TDI de 150 CV. El Tarraco acelera igual de rápido y consume menos, posiblemente porque a pesar de ser menos potente, es más de 200 kilogramos más ligero (ficha comparativa). El Edge tiene una suspensión cómoda y una correcta agilidad en curva. Más información en las impresiones de conducción.
El precio del Edge de 190 CV está en un punto intermedio en relación al de sus alternativas. Es más caro que un Škoda Kodiaq y un KIA Sorento (ficha comparativa) y es más barato que un SEAT Tarraco y un Volkswagen Tiguan Allspace (ficha comparativa). Una opción mucho más económica es el SsangYong Rexton (ficha comparativa). Todos estas alternativas se pueden pedir en versión de cinco o siete plazas, excepto el Rexton, que siempre tiene siete.
Este Edge es el modelo-año 2019 y sustituye al Edge modelo-año 2016. No es una nueva generación, sino de una actualización del diseño, de los motores y del equipamiento.
Los cambios en el exterior son más evidentes que en el interior. Son nuevos lo parachoques, los faros, la parrilla, el portón del maletero y los pilotos (estos últimos ya no están unidos entre sí por una tira de ledes, como en el modelo anterior; imagen del modelo antiguo e imagen del nuevo). De los cambios en el habitáculo damos más información en las impresiones del interior.
La gama de motores ha sido renovada por completo. Los dos motores Diesel del Edge 2016 —2.0 TDCi de 179 y 209 caballos— quedan reemplazados por otros dos diferentes, también Diesel y de dos litros de cilindrada —2.0 EcoBlue de 190 y 238 caballos—. Damos información más detallada de ellos en la sección de información técnica.
Hay cuatro niveles de equipamiento: Trend, Titanium, ST-Line y Vignale. El ST-Line es novedad y sustituye al nivel Sport del Edge 2016. Se distingue del resto porque tiene una parrilla y unas salidas de escape específicas (son un trapezoide, como las del Vignale, imagen) y algunas partes de la carrocería pintadas en color negro brillante (por ejemplo, el marco de la parrilla, imagen). En el habitáculo hay unos pedales fabricados en aluminio, un volante forrado con cuero perforado, unos asientos delanteros eléctricos con tapicería mixta (piel y tela) y pespuntes en color rojo en el volante, los asientos y las alfombrillas. La suspensión también es específica y, según Ford, está ajustada para mejorar la respuesta en curvas. En esta ficha comparativa se puede ver qué es de serie y qué opcional en cada uno de los niveles de equipamiento.
Entre los sistemas que son novedad están el «Post Collision Braking» (frena el vehículo tras una colisión para evitar que avance sin control y pueda volver a chocar), el «Evasive Steering Assist» (ayuda al conductor a girar el volante cuando este hace una maniobra evasiva para evitar una colisión aumentando la asistencia en la dirección correcta ) y el «Adaptive Cruise Control with Stop & Go and Lane Centring Assist». Este último es un programador de velocidad activo con capacidad para detener al vehículo y volver a ponerlo en marcha automáticamente si la detención dura un máximo de tres segundos (siempre que el coche tenga cambio automático). Si es más larga, el conductor debe dar un pequeño toque al acelerador o pulsar un botón en el volante para que el sistema reemprenda la marcha. Este sistema también mantiene el vehículo centrado en el carril y a una distancia predeterminada con respecto al vehículo precedente.
Otros de los sistemas de seguridad que puede tener el Edge 2019 y que ya estaban presentes en el Edge 2016 son la alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto, un sistema de cambio automático entre luces cortas y largas, uno de reconocimiento de señales de tráfico de velocidad, uno de aparcamiento semi automático (en línea y en batería) y la alerta por tráfico cruzado al circular marcha atrás. Las llantas puede ser de 19, 20 o 21 pulgadas.
El precio de una póliza a todo riesgo y sin franquicia para un Ford Edge 2.0 EcoBlue 190 CV Titanium cuesta 463 euros al año con Nuez y 614 con Qualitas Auto. Estas son las dos compañías que, según el comparador de seguros de km77, ofertan más barato para un hombre soltero de 35 años, que vive en Madrid, dispone de una plaza en un aparcamiento comunitario y recorre unos 20 000 kilómetros cada año.