A grandes rasgos, el habitáculo del Tipo 2021 tiene el mismo diseño y la misma distribución de mandos y funciones que el modelo al que sustituye. Los cambios más grandes, y tampoco son de mucho calado, se dan en la pantalla del sistema multimedia y en la de la instrumentación que pueden llevar algunos acabados. También hay pequeños detalles de equipamiento novedosos que, sin ser especialmente importantes, sí que mejoran en cierta medida la vida a bordo.
El sistema multimedia nuevo se llama Uconnect 5 y solo está disponible de manera opcional para las versiones con los acabados más costosos, que son los Life y City Sport. Es el mismo que estrenó el Fiat 500 2021 y como en este, tiene una pantalla de 10,25 pulgadas que tanto por resolución como rapidez a la hora de cambiar de funciones, nos ha parecido muy buena. La organización de los menús, eso sí, no es demasiado intuitiva y, en ocasiones, cuesta encontrar la función deseada en poco tiempo.
Es compatible con Apple CarPlay y con Android Auto (mediante cable y de manera inalámbrica), tiene un sintonizador de radio digital y admite conectar dos teléfonos al mismo tiempo para, por ejemplo, enviar y recibir llamadas con uno y reproducir música en streaming con otro. Opcionalmente, es posible contratar servicios online (por 345 €) para recibir actualizaciones del tráfico y del tiempo —entre otros—, así como para consultar algunos datos del vehículo y realizar acciones en remoto desde un teléfono móvil.
El sistema multimedia de serie sigue siendo el mismo que tenía el Tipo 2016, uno con pantalla de 7 pulgadas que, en su día, no nos gustó demasiado porque aglutina muchos pequeños iconos a la vez, iconos que hay que buscar con el dedo y apuntar a conciencia para atinar a la primera. Igualmente es compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Las versiones Life y City Sport vienen de serie con una instrumentación distinta, compuesta por una pantalla configurable de siete pulgadas y una esfera dividida en varias secciones a cada lado de ella (una para el cuentarrevoluciones y otra para el nivel de combustible). Tiene un aspecto mucho más moderno y sofisticado que la de las versiones más sencillas (con indicadores de agujas), pero lo cierto es que apenas da más información y, en muchos casos, muestra los datos de una forma mucho más imprecisa.
Un ejemplo claro es la esfera de la parte izquierda (el cuentarrevoluciones), que está dividida en 14 secciones distintas que se van iluminando secuencialmente a medida que el motor sube de vueltas (imagen). Cada una de ellas abarca 500 revoluciones por minuto, que es muchísimo, de manera que no hay una relación directa entre las que están iluminadas y la velocidad a la que circula el coche, al menos en ciertos rangos (con la quinta relación engranada, entre 120 y 150 km/h son siempre siete las secciones iluminadas, por ejemplo). Lo mismo ocurre con la esfera de la parte derecha, la que indica el nivel de combustible, aunque en este caso no supone mucho problema porque el ordenador de viaje da cifras exactas de autonomía.
La pantalla que hay entre las dos esferas es de siete pulgadas e idéntica a la del 500. En general, es clara y fácil de leer y muestra mucha información: dos ordenadores parciales, las indicaciones del navegador (si el coche lo tiene instalado), el funcionamiento de los asistentes a la conducción o la fuente de sonido seleccionada. También permite modificar algunos ajustes y parámetros del coche cuando éste está detenido (modificar unidades de medida, por ejemplo). Eso sí, las posibilidades de personalización de la información o el diseño general, son mucho más limitadas que en otras pantallas de este tipo, como por ejemplo la del Ford Focus, el Hyundai i30 o el SEAT León.
Fiat da la posibilidad de pedir (de manera opcional) un cargador inalámbrico para dispositivos móviles en el hueco que hay justo por delante de la palanca de cambios o una toma USB para las plazas posteriores, dos elementos que no estaban presentes en la gama anterior. También son novedad algunos de los tapizados de los asientos y las molduras decorativas que recorren el salpicadero de extremo a extremo.
No hay diferencias por espacio disponible frente al Tipo 2016, algo lógico teniendo en cuenta que se trata solo de una actualización de este modelo. En general es un coche moderadamente amplio en el que cuatro adultos de estatura media se pueden acomodar sin muchos problemas. Hay modelos mejores para llevar personas de manera habitual en las plazas posteriores (un Ford Focus o un SEAT León), pero las del Tipo no son en absoluto malas en este sentido. En las impresiones del interior del Fiat Tipo 5p 2016 damos muchos más detalles al respecto, todos ellos válidos para el modelo actual.
Donde sí destaca para bien el Tipo es en el maletero. Sus 440 litros de capacidad lo sitúan como uno de los mejores de la categoría, únicamente mejorado por el Škoda Scala (467 l); listado de turismos de cinco puertas de entre 4,3 y 4,4 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero. Además es un maletero diáfano, de fácil aprovechamiento y con los accesorios habituales en coches de este tipo y precio: perchas en las paredes laterales, un punto de luz, una toma de 12 V y cuatro ganchos en cada una de las esquinas del piso. Justo por debajo de este hay un pequeño doble fondo compartimentado y bajo el mismo, el hueco donde está el kit de reparación de pinchazos (hay sitio para una rueda de repuesto de tamaño convencional).
Tanto los materiales con los que está fabricado el habitáculo como los ajustes entre las distintas piezas son sencillos. No hay muchas concesiones al lujo, pero tampoco hay nada especialmente poco cuidado o que desentone demasiado. En general, dentro de esa sencillez, el Tipo causa una buena impresión, sobre todo teniendo en cuenta que es un modelo muy asequible.