La carrocería del Fiat Stilo de tres puertas tiene poco que ver con la de cinco. El aspecto es parecido por dentro y por fuera, pero en la práctica son claramente diferentes. Además de la diferencia obvia en el número de puertas, el de tres se distingue por un puesto de conducción diferente, con el asiento del conductor situado más bajo, y por los asientos posteriores, que no se desplazan longitudinalmente.
Las versiones más equipadas del Stilo cinco puertas llevan de serie un asiento desplazable por partes desiguales, que permite incrementar el espacio del maletero sin afectar al número de personas que pueden ir correctamente sentadas. La posibilidad de desplazarlos puede aportar muchas ventajas en algunos casos, pero conviene tener claro si esa función va a ser útil para el tipo de uso que le dé cada uno. Por ello, nada como pasar un buen rato en el concesionario antes de comprar el coche, abatir los asientos posteriores, comprobar la diferencia entre unos y otros y tomar la decisión.
También conviene pasar un rato en el concesionario para probar el puesto de conducción. En el Stilo tres puertas el asiento va situado 8 centímetros más bajo con respecto al suelo que en el Stilo de cinco puertas. Esta diferencia de altura, en mi caso al menos, es responsable de que el Stilo de tres puertas resulte mucho más cómodo que el de cinco puertas.
A mí, que me gusta conducir en una posición baja, la postura que puedo conseguir al volante del tres puertas me resulta mejor que en el cinco puertas, porque con la banqueta alta en un tres puertas la posición sigue siendo la típica de un turismo, en tanto que en el cinco puertas con la banqueta en el punto superior, la posición se acerca a sensaciones de monovolumen. Y este factor también puede influir notablemente en la decisión entre comprarse un Stilo de tres puertas o uno de cinco puertas.Como cuenta Juan Manuel Pichardo en laprueba del Stilo de cinco puertas con motor 1.6 de gasolina, en la regulación de altura del asiento sólo se desplaza la banqueta, mientras el respaldo permanece fijo. Como resultado de este peculiar sistema, cuando la banqueta se sitúa en la posición más baja, entre la banqueta y el respaldo queda un hueco y deja descolocada la zona correcta para el apoyo lumbar. Resulta incómodo. La solución consiste en llevar la banqueta en la posición más alta.
El volante regulable en profundidad y altura ya parece obligado en esta categoría y el Stilo lo lleva. No tan habitual es un reposapié grande y bien situado para el pie izquierdo. Un último detalle que resulta fundamental para una mejor seguridad es que los botones de la radio y del climatizador son de gran tamaño, por lo que se localizan con facilidad. La radio se puede programar para que se ponga en marcha cada vez que se le da al contacto.