El interior del Fiat 500 transmite una sensación de calidad. Los ajustes entre las piezas que conforman el salpicadero son mejores que los de un Panda y que gran parte de los utilitarios de un tamaño y precio similar.
Los plásticos empleados en los recubrimientos son duros y de aspecto normal, excepto el que recorre el salpicadero horizontalmente y que está pintado del mismo color que la carrocería —como el 500 de 1957—. Opcionalmente, puede tener recubrimientos de muy buena factura, como el cuero perforado en los asientos y en parte de los guarnecidos de las puertas.
En el interior hay numerosos detalles, botones y mandos que imitan a los del 500 original. A pesar de la concesión estética, la mayor parte de ellos están bien integrados para que su manejo sea cómodo.
Toda la instrumentación va agrupada tras el volante: el velocímetro y el cuentarrevoluciones están colocados en dos círculos concéntricos; en el centro hay una pantalla digital, que puede ser de varios tipos en función del nivel de equipamiento. En el MINIlas concesiones al diseño producen una dispersión de indicadores y mandos, en el 500 esto no ocurre.
El acceso a las plazas delanteras es cómodo gracias al vano amplio que deja la puerta. Un inconveniente de una puerta tan grande, algo normal en un coche de tres puertas, es que se necesita más espacio para abrir la puerta cuando se aparca en paralelo junto a un obstáculo —otro coche o una pared, por ejemplo—, una circunstancia recurrente en ciudad.
Además, en el caso del 500 las puertas pesan mucho y hay que tener cuidado de que no se cierren si estamos parados en una rampa o hace mucho viento porque puede ser difícil pararlas antes de que golpeen contra la pierna.
Los asientos de las versiones normales dan una sujeción lateral escasa para una conducción con cambios de dirección rápidos pero que resultan suficientes en una utilización normal. Los asientos de las versiones «Sport» sujetan mejor el cuerpo en una conducción por carretera de curvas y no son incómodos. Lo peor de los asientos son los reposacabezas, de cualquiera de las cuatro plazas: son pequeños, duros, quedan lejos y tienen una forma que impide que se adapten bien a la cabeza.
Como el Panda, el 500 es un coche estrecho comparado con otros utilitarios. Aun con ello, delante hay espacio para que un conductor de 1,90 metros de altura vaya cómodo siempre que no lleve techo de cristal, bien sea el fijo o el practicable.
El problema que encontrarán algunos conductores para acomodarse no es tanto por espacio libre sino por la posición de los pedales y del resposapiés, colocados muy cerca del volante. Eso obliga al conductor, si quiere alcanzar bien el volante, a llevar las piernas muy flexionadas. Los conductores de menor estatura quizá agradezcan llevarlas en esa posicíon, pero los altos no irán completamente cómodos. En este coche no es posible regular la distancia del volante al salpicadero.
Como el portón trasero está tendido, las plazas traseras son poco aprovechables para personas de estatura media o mayor porque la cabeza roza con el techo. El espacio longitudinal —para las piernas— y la anchura medida a la altura de los hombros es normal para dos personas.
Todas las versiones tienen cierre centralizado pero sólo en aquellas que llevan la pantalla multi-información se puede configurar para que se cierre automáticamente al iniciar la marcha.
Maletero y huecos para objetos
El maletero, si bien no es grande en términos absolutos, sorprende por su capacidad dadas las dimensiones del coche. En él hay espacio suficiente para la compra de unos días o un par de bolsas de viaje. No tiene ningún tipo de accesorio para colgar bolsas o enganchar una red pero sí está iluminado. Para facilitar el cierre del portón hay una cinta que sirve para tirar de él hacia abajo.
Alrededor de las plazas delanteras existen diversos espacios para guardar objetos que permiten depositar todo lo que normalmente podemos llevar encima. Además, según la versión, la banqueta del asiento del pasajero oculta un cajón. Detrás, tan sólo se pueden guardar cosas en la bolsa elástica de los respaldos delanteros.