El Ferrari Portofino es un descapotable de 4,59 metros de longitud y cuatro plazas (las posteriores muy pequeñas). Tiene un techo metálico que se puede quitar y poner en marcha, por debajo de unos 45 km/h y en aproximadamente 14 segundos. El motor, colocado por delante del habitáculo, es un V8 biturbo de gasolina de 600 CV (información técnica). El cambio de marchas es automático de doble embrague y la tracción, en las ruedas traseras. El Portofino está en venta por 215 229 euros (precio, equipamiento y ficha técnica).
Este es un Ferrari que satisfará más a quienes busquen un deportivo veloz y poco exigente, que a aquellos que quieran un deportivo radical y que involucre mucho en la conducción. Tiene una puesta a punto que permite aprovechar con relativa facilidad la potencia del motor, pero que también permite circular con normalidad y confort, tanto por la calidad de amortiguación de su suspensión, como por el aislamiento acústico del habitáculo. El funcionamiento del motor, el de la caja de cambios y el sonido del escape son dignos de disfrute (más información en las impresiones de conducción).
De acuerdo con los datos proporcionados por Ferrari, el Portofino puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, de 0 a 200 km/h en 10,8 s y continuar acelerando hasta más allá de 320 km/h (Ferrari no precisa la velocidad máxima). El consumo de carburante es 10,7 l/100 km bajo las condiciones de homologación del ciclo NEDC.
Dos posibles alternativas con cuatro plazas, motor V8 y tracción trasera son el Aston Martin DB11 Volante (510 CV) y el BMW M6 Cabrio Competition Package (601 CV). El Ferrari es el más ligero y el que más rápido acelera de 0 a 100 km/h. Por precio, se sitúa en un punto intermedio (ficha comparativa). Otras dos alternativas con tracción trasera, cuatro plazas, pero con un motor V12 son el Aston Martin Vanquish S Volante (604 CV) y el Mercedes-AMG S 65 Cabrio (630 CV). De nuevo, el Ferrari es el más rápido acelerando y, además, el más barato (ficha comparativa).
El Audi R8 Spyder V10 plus (610 CV), el Jaguar F-Type Convertible SVR (575 CV) y el Porsche 911 Turbo S Cabriolet (581 CV) también pueden considerarse competidores del Ferrari Portofino, aunque todos ellos se diferencian del Portofino bien por tipo de motor, tracción o número de plazas (ficha comparativa). El Mercedes-AMG GT C Roadster tiene un motor V8 biturbo (557 CV) y tracción trasera, aunque es un biplaza (ficha comparativa).
A pesar de que los asientos se pueden colocar muy cerca del suelo (no recuerdo ir en otro coche en la que tuviera la sensación de ir sentado tan abajo), el acceso al habitáculo no presenta complicaciones más allá de los comunes en deportivos tan bajos. Los asientos son cómodos y sujetan perfectamente el cuerpo en las curvas. Los materiales de recubrimiento y los ajustes entre las distintas piezas son de buena calidad y transmiten la sensación de llevar un coche sólido y bien construido. Las plazas posteriores tienen poca utilidad, pues son muy pequeñas (imagen). El volumen del maletero es 292 litros. Más información en las impresiones del interior.
El abanico de opciones de personalización que ofrece Ferrari es muy extenso, por lo que es muy difícil que haya dos Portofino idénticos en apariencia. Para la carrocería hay disponibles 22 colores (entre ellos uno llamado Rojo Portofino, que es exclusivo para este modelo), aunque el cliente puede especificar un color que no esté en el catálogo estándar. Además, hay 6 diseños de llantas (todas de 20 pulgadas), 9 colores para las pinzas de freno y multitud de posibilidades de configuración, como que los tapones de las llantas sean de fibra de carbono o que la parrilla tenga los bordes cromados. Para el interior sucede lo mismo. Sirva de ejemplo decir que hay 15 colores para el cuero, 18 para las costuras (que además pueden ser normales o «especiales») y 9 para las alfombrillas.
Entre los elementos de equipamiento que puede tener el Portofino están el programador de velocidad (de tipo convencional, es decir, que solo mantiene la velocidad, pero no la distancia), la compatibilidad del sistema multimedia con Apple CarPlay (no con Android Auto), unos faros de ledes y unos sensores de ayuda al aparcamiento delante y detrás. También puede tener una cámara trasera y otra delantera para facilitar las maniobras a baja velocidad. Algunos de los sistemas que no puede tener, y que cada vez son más habituales en los vehículos actuales, son una alerta por cambio involuntario de carril, un avisador de la presencia de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores, un sistema de proyección de información en el parabrisas y un programador de velocidad activo.
El Ferrari Portofino es el sustituto del California T (y este a su vez del California), con respecto al cual es ligeramente más largo, ancho y bajo (ficha comparativa). Portofino es una pequeña localidad italiana (tiene poco más de 400 habitantes) situada en la costa noroccidental del país, en la provincia de Génova.