Dado que la carrocería es igual que la del HDi 90, reproduzco el texto de esa prueba, más algún matiz nuevo.
Lo mejor del puesto de conducción es dónde quedan casi todos los mandos (hay a quien no le gustan los del elevalunas). Lo peor es que el volante está muy inclinado y que los asientos, aunque de forma envolvente, resultan demasiado blandos. Otra cosa que puede no gustar son los recorridos largos de la palanca de cambios. El cuentakilómetros tiene un error real de un cuatro por ciento y el velocímetro marca un cinco por ciento de exceso.
Esta versión tiene un climatizador que no es completamente automático; se adapta a la temperatura elegida, pero hay que seleccionar manualmente las salidas de aire. Salvo cuando es preciso enfriar el coche rápidamente, conectar las salidas de aire superior e inferior basta para mantener el ambiente adecuado.
Delante no hay problemas de espacio y el que queda para las piernas atrás está dentro de lo normal. El único inconveniente por espacio interior es la altura atrás; una persona adulta, no necesariamente alta, se da con la cabeza en el techo si se echa hacia atrás.
El maletero, según la medida que da Citroën, tiene 408 litros de capacidad. El problema de esta versión es que lleva un cargador de 6 CD muy mal colocado, aproximadamente en el centro del maletero en sentido longitudinal y pegado al costado izquierdo. Aunque no es voluminoso, resta capacidad de carga y queda expuesto a que una maleta pesada (por ejemplo) lo golpee. Esto se puede evitar en cierta medida con una red de sujeción que viene de serie. Tiene un buen detalle: un seguro para fijar los respaldos traseros (que son abatibles), de forma que no se muevan en ningún caso mientras esté el seguro puesto.
En las puertas delanteras hay dos guanteras con tapa, muy prácticas para guardar documentos, mapas o cosas así, pero no tanto para objetos pequeños, porque son de boca estrecha, muy profundas y con bordes interiores que pueden llegar a ser cortantes.
El aspecto es bueno en general, pero hay algunos elementos con un remate dudoso. Por ejemplo, las fundas de los asientos traseros están sujetas con unas cremalleras (un excelente bolsillo secreto, por cierto) que no ajustan bien del todo. Todos los plásticos de recubrimiento interior son duros, sin laminar y sin pintar. Tiene menos tejido de recubrimiento que la mayoría de sus competidores.