Nada más sentarse en el X5 se aprecia un acabado muy bueno. Para ofrecer mayor sensación de amplitud, el salpicadero no tiene la forma envolvente de las berlinas de BMW, pero mantiene unos materiales mullidos en lugar de plástico duro. Elementos como climatizador automático, elevalunas eléctricos en las cuatro puertas, cierre centralizado con mando a distancia, volante con ajuste eléctrico vertical y longitudinal, asientos con ajuste eléctrico y memoria, doble toma de corriente en el maletero (12 voltios) o cambio automático de manejo secuencial (Steptronic) formarán parte del equipamiento de serie del X5 4.4i. Opciones son el navegador por satélite, la tapicería de cuero, el control de distancias de aparcamiento (PDC) o el control de presión de los neumáticos (RDC).
El equipamiento de seguridad pasiva incluye cinturones de seguridad de tres puntos en las cinco plazas y seis airbag de serie en las plazas delanteras (dos frontales, dos laterales y dos de protección para la cabeza). Los airbag laterales en las plazas traseras se ofrecen como elemento opcional y, a partir del año 2001, también se podrá equipar opcionalmente el airbag de protección de cabeza en las plazas posteriores.
La amplitud interior es muy buena, mayor incluso que la de un Serie 7. El perfil de la banqueta y el respaldo de los asientos traseros es casi plano, lo que permite situar al pasajero central también con comodidad. La anchura en la altura de los hombros también es muy grande.
El maletero tiene un portón dividido horizontalmente, de forma que, para acceder a él con facilidad, se puede levantar la parte superior (la zona de la luneta), y para cargar objetos grandes las dos partes. Su volumen es de 450 litros hasta la línea inferior de las ventanillas, poco para el tamaño del coche, y se puede ampliar hasta 1.550 litros si se abate el respaldo de los asientos traseros (dividido en proporción 60/40); el peso máximo de carga es 555 kilogramos.