La unidad que hemos probado tenía las opciones de dirección de desmultiplicación variable, estabilizadoras activas (Dynamic Drive) y ruedas 245/45 17 95W (Bridgestone Potenza RE050 en este caso).
Con esos elementos, la respuesta del 530d era muy buena, me ha dado mejor impresión que el 530i, aunque no debería ser así por la diferencia de peso. El 530i que probé tenía unas ruedas más pequeñas.
Algo semejante en ambas versiones es que la trayectoria del coche depende mucho del movimiento de la carrocería, más que otros coches similares. Me parece un coche seguro siempre que esté el control de estabilidad conectado. El control de estabilidad es un poco exagerado en el sentido de que a veces frena mucho el coche sin que sea necesario. Aún así, no me parece una buena idea desconectarlo.
Si está desconectado, puede perder la trayectoria por aceleración (es fácil que ocurra por la fuerza que hace el motor) o por inercia. Si en el primer caso puede ser relativamente fácil controlar al coche, en el segundo es mucho más difícil.
Con una tecla en el salpicadero se puede conectar la función «DTC», que mejora la capacidad de tracción hasta 70 km/h porque frena la rueda motriz que deslice demasiado en aceleración (equivale a un autoblocante). Cuando se conecta el DTC, el control de estabilidad deja una mayor margen para el movimiento del coche. Realmente no tiene mucho efecto en circulación normal por carretera, donde el coche va por encima de esos 70 km/h casi siempre.
La relación entre estabilidad y confort es muy buena. Un Jaguar S-Type 2.7 (sin suspensión «deportiva») es más cómodo pero menos estable. Un Audi A6 3.0 TDI puede ser más estable en ciertas condiciones (mantiene mejor la trayectoria que el 530d), pero con una suspensión más dura (el que hemos probado tiene la suspensión deportiva opcional).
El único coche de este tipo que me parece más cómodo y estable que el 530d es el Mercedes E320 CDI, especialmente si lleva la suspensión opcional Airmatic DC. Es posible que no sea tan ágil en carreteras lentas (no he hecho una comparación directa y no estoy seguro de que sea así), pero sí me parece claro que mantiene mejor la trayectoria en las rápidas. Cuando pasa por curvas rápidas con suelo irregular, un 530d se mueve antes y más que un 320 CDI.
He notado diferencias en la dirección activa con relación al 530i que probé anteriormente, aunque no sé si se deben a la diferencia de motor o a que BMW ha hecho alguna corrección en su funcionamiento. En este 530d, la desmultiplicación no varía mucho cuando el coche empieza a moverse; en el 530i de 2003 había una gran diferencia en la desmultiplicación cuando el coche estaba parado y cuando se movía despacio. Una vez en marcha no he notado una diferencia grande con el 530i.
La dirección activa me parece más un elemento de confort que de seguridad. Su principal efecto es que hace que el coche sea fácil de maniobrar en parado y en ciudad. Sólo en curvas lentas se llega a apreciar que es preciso girar menos que en otros coches, y no es necesario soltar las manos del volante para preparar el giro. A partir de unos 90 km/h deja de ser una dirección de desmultiplicación variable, reacciona como una dirección normal con una desmultiplicación grande (gráfico).