El 530d tiene el mejor motor Diesel entre 200 y 240 CV que se puede encontrar en berlinas de este tamaño, desde el punto de vista de las prestaciones y el consumo. Ningún otro modelo con estas características gasta menos y ninguno tiene mejores prestaciones.
Con el Jaguar S-Type 2.7 D, son los únicos que se pueden adquirir con cambio manual o automático, siempre de seis relaciones. El Audi A6 .0 TDI y el Mercedes E 320 CDI sólo pueden tener cambio automático, y es en parte por eso por lo que gastan más (el Audi, además, porque es tracción total en vez de trasera).
La reserva de aceleración que da el 530d es extremadamente grande si se apura el motor en marchas cortas, pero también si se acelera en marchas largas desde baja velocidad. En un viaje normal por carretera de sentido único, normalmente no hace falta quitar la sexta velocidad.
Suena más a Diesel que los modelos citados (lo que se nota desde dentro y desde fuera) y también vibra más al ralentí. Una vez en marcha, las diferencias se hacen menores, aunque persisten.
Es un coche ágil, seguro y cómodo si lleva la opción de estabilizadoras activas (Dynamic Drive). La dirección activa contribuye a hacerlo manejable en carreteras lentas y en ciudad, pero no constituye ninguna mejora para la seguridad en carreteras rápidas.
Las mejores cualidades de la carocería son su calidad y aspecto de solidez; hay un gran número de cosas pequeñas que hacen agradable desenvolverse con este coche.
El puesto de conducción no se parece al que tenía el anterior Serie 5, y resulta más apropiado para los conductores que prefieren una postura elevada; es un fallo que el cinturón no tenga ajuste de altura. Delante no hay problemas de espacio ni para los conductores más altos, detrás no los hay si sólo viajan dos pasajeros.
Sólo el Jaguar S-Type 2.7 D es claramente mejor por relación entre precio y equipamiento. El Audi y el Mercedes son más costosos.