Su bastidor deriva directamente del de la berlina, lo que implica una suspensión moderna y eficiente (no como la anterior),McPherson delante y paralelogramo deformable detrás. Este paralelogramo deformable —junto a la mayor batalla y anchura de vías— hace que las reacciones sean prácticamente idénticas al de la berlina dotada de suspensión deportiva (M-Technic), que es de serie en todos los Compact. No estoy muy seguro de que sea necesaria para el 316 ti. Seguramente se trate de una suspensión demasiado dura para este modelo (se puede pedir la suspensión normal, que se entregará sin sobreprecio). No he probado el Compact con la suspensión normal, así que no se trata más que de una hipótesis, pendiente de confirmación. La suspensión M-Technic rebaja la altura del coche 15 milímetros y lleva muelles, amortiguadores y barra estabilizadora más enérgicos.
El 316ti que he probado llevaba neumáticos de 205 mm de anchura, con un perfil 55 en una llanta de 16 pulgadas de diámetro. Creo que es un neumático excesivo para este coche. Tampoco lo he probado con una rueda más estrecha, pero me da la impresión de que iría claramente mejor y resultaría más cómodo de conducir. Los responsables de BMW me dijeron que todavía no estaba decidido cuál sería el ancho de rueda definitivo en España.
La otra opción —de momento— es el 325ti, equipado con el motor de seis cilindros, 2,5 litros y 192 CV. Una versión de eminente carácter deportivo capaz de alcanzar 235 km/h. A este coche, la suspensión deportiva M-Technic y las ruedas de 205 mm de anchura con perfil 55 sí que le sientan bien. El equilibrio entre las elevadas prestaciones del motor y la estabilidad y precisión del chasis es magnífico. Lo probé en una carretera de curvas, muy deslizante a causa de una ligera lluvia, y también en circuito; en las dos ocasiones con el control de estabilidad conectado y desconectado. Conclusión: no merece la pena desconectarlo.
Con el control de estabilidad (DSC para BMW) conectado se puede disfrutar muchísimo. Permite ligeros deslizamientos del coche de las cuatro ruedas (si es eso lo que se busca para disfrutar), por lo que se puede llegar a jugar y colocar bien el coche en la entrada de las curvas. Si el deslizamiento es excesivo, actúa el DSC. Permite conducir de forma «deportiva» y con un margen de seguridad elevado.
Al menos con piso deslizante, como lo probé yo, no se gana nada desconectando el DSC, ni en rapidez de paso por curva ni en posibilidades de aceleración. El motivo es que el sistema de control de tracción sigue actuando aunque se desconecte el control de estabilidad. Ello impide unsobreviraje a la salida de las curvas por pérdida de tracción. El control de tracción actúa de dos formas. En primer lugar, frena la rueda que recorre el interior de la curva cuando empieza a patinar. Pero si eso no es suficiente (como ocurre a menudo sobre suelo mojado) actúa sobre la inyección del motor para quitar potencia, y evita de esta forma que patinen las ruedas. Por este motivo, eliminar el DSC no sirve de nada, ya que el control de tracción nunca te deja acelerar más de la cuenta y el control de estabilidad está vigilante ante posibles errores de apreciación. El resultado es muy satisfactorio para un público que aprecie este tipo de reacciones.