El habitáculo del Audi A4 transmite una sensación de elevado nivel de sofisticación, posiblemente el más alto que hemos percibido hasta el momento entre todas sus alternativas. Esto se debe no solo a la presencia de sendas pantallas multifunción, una de ellas para la instrumentación, sino también a la buena integración que Audi ha hecho de todos los sistemas de confort, entretenimiento o ayuda a los ocupantes —hay más información al respecto en Algunos elementos de equipamiento—.
Es igualmente llamativo por el ajuste y el cuidado por el detalle con que están fabricadas todas las piezas del interior. A diferencia del Mercedes-Benz Clase C o del Jaguar XE, en cuyos salpicaderos hay plásticos de aspecto pobre y acople descuidado a simple vista, en el Audi A4 no los hemos encontrado. Un BMW Serie 3, modelo que tuvimos contemporáneamente durante nuestra prueba del A4, está muy cerca en este aspecto y, en función de los gustos de cada conductor, lo supera en ciertos matices ergonómicos como la sujeción de los asientos deportivos opcionales, notablemente más eficaces.
En el Audi A4 los asientos están muy cerca del suelo, característica que mantiene del anterior modelo. Es posiblemente, junto con un Serie 3, una de las berlinas actuales en las que los asientos van más bajos. Esto obliga a un esfuerzo mayor para entrar o salir, puesto que hay que flexionar más las rodillas y hacer más fuerza con las piernas.
Por la posición del asiento, el puesto de conducción será del agrado de aquellos a quienes les guste ir cerca del suelo. De alguna forma, al volante de este coche se va como en algunos cupés. Una vez dentro, se aprecia que la carrocería parece estar bien diseñada para favorecer la utilización del coche, pues la visibilidad es relativamente buena (los pilares del parabrisas no molestan mucho al ser relativamente estrechos y no estar muy adelantados) y todo está bien ordenado. Las puertas, que no son muy gruesas ni quedar muy altas respecto a los ocupantes, contribuyen a que estos no se sientan muy alejados o aislados del exterior. Un detalle que también nos ha gustado es que el espejo del retrovisor apenas tiene marco (imagen). Éste puede tener, opcionalmente, función antideslumbramiento automático por 200 euros (solo disponible con sensor de luz y lluvia o con el asistente de luz).
El interior de este Audi A4 es muy similar al del anterior en cuanto a la distribución del espacio. En las plazas posteriores hay buen espacio para las piernas de los ocupantes (71 cm según nuestras mediciones, una cifra intermedia), la anchura sigue siendo escasa para tres y las personas que midan más de 1,85 m de altura rozarán con la cabeza en el techo si adoptan una posición erguida al sentarse. En las plazas delanteras caben personas de estatura elevada puesto que hay mucha distancia al techo y los asientos pueden ir muy alejados de los pedales.
El aspecto del salpicadero y la instrumentación cambia en función de los elementos decorativos que se elijan (hay multitud de ellos) pero, sobre todo, del nivel de equipamiento. La consola es de dos tipos en función de si se elige cambio automático (imagen) o manual (no tenemos imágenes con esta configuración). Sea con la configuración que sea, hay huecos suficientes para vaciarse los bolsillos de objetos menudos como puedan ser el teléfono, la cartera o varios juegos de llaves. La guantera, sin embargo, es pequeña y solo caben la documentación y un chaleco reflectante (imagen), aunque en el lado del conductor, por debajo y a la izquierda del volante, hay un hueco adicional con tapa de 26 cm de profundidad (imagen).
La instrumentación puede ser de agujas (Audi no ha facilitado fotos de ella) o una pantalla TFT configurable de 12,3 pulgadas (imagen) que da mucha información (y precisamente por eso, lleva un tiempo acostumbrarse a su manejo). En el caso de que la instrumentación sea de indicadores de aguja, entre los dos indicadores principales (velocímetro y cuentarrevoluciones) hay una pantalla donde se muestran, entre otros, los datos relativos al ordenador de viaje y a las indicaciones esquemáticas del sistema de navegación.
También hay distintas pantallas para la consola. La de serie es de 7 pulgadas, mientras que la de mayor tamaño tiene 8,3 pulgadas (imagen) y va asociada al sistema multimedia con más funciones, denominado MMI Navigation plus, incluidas la navegación con mapas de Google Earth (cuya visualización no nos ha parecido la más cómoda para el guiado, sobre todo en ciudad, debido al exceso de detallado que distrae la vista del camino a seguir). Se maneja desde un mando giratorio que, como novedad en este modelo, presenta un panel táctil en su parte superior (al igual que el del Serie 3) sobre el cual es posible dibujar números y letras o ampliar o reducir el mapa del sistema de navegación separando o alejando los dedos (imagen).
La mejor cualidad de estos equipos es, precisamente, que Audi no los ha hecho táctiles, sino que ha delegado el manejo de todas las funciones a pulsadores mecánicos y, por tanto, funcionan con precisión, no se ensucian con el uso y tienen una visibilidad muy alta. Es además un sistema que, sin abusar de botones, se maneja de forma intuitiva, restando la atención justa al conductor.
Éste puede ver bajo la visera de instrumentación, a pantalla completa y con idéntica calidad a la de la pantalla central (los indicadores de velocidad y revoluciones del motor disminuyen de tamaño y se esquinan), la cartografía de navegación, los controles del equipo de sonido, el ordenador de abordo o la lista de contactos telefónicos. Para permutar la predominancia de la instrumentación o de los diferentes menús a pantalla completa se emplean los mandos del volante (imagen).
En comparación con los sistemas multimedia del BMW Serie 3, el Mercedes-Benz Clase C y el Jaguar XE, solo el primero tiene un manejo igual de preciso y logrado. El del Clase C tiene una pantalla menos lograda visualmente y que da impresión de ser de inferior calidad. Con la del Jaguar XE no podemos evaluar las diferencias ya que Jaguar cambió el sistema multimedia de este modelo en noviembre de 2015 y aún no lo hemos probado (el existente hasta entonces era claramente peor en todos los aspectos).
El climatizador es sencillo y se maneja con facilidad. Los botones detectan la presencia de los dedos al contacto sin necesidad de presionarlos, desplegando pequeños graficos que informan de las opciones disponibles antes de pulsarlos, por lo que la pantalla aparece mientras tanto con una cantidad pequeña de indicadores (imagen). Por debajo de éste hay una hilera de botones (imagen) donde se sitúan los que controlan el «drive select» y otras funciones accesibles rápidamente, como el asistente de ayuda al aparcamiento, el stop&start o el control de estabilidad y tracción. Al no haber un exceso de botones, todo se encuentra con rapidez sin apenas restar atención a la carretera.
Otras novedades son que puede instalarse un módulo para replicar aplicaciones móviles (con sistemas operativos iOS y Android) en la pantalla del coche, un sistema de recarga inalámbrica para el móvil (éste debe ser compatible con este tipo de recarga) bajo el reposabrazos (imagen) y otro de amplificación de la señal de antena. Como en el Audi A4 anterior, es posible crear una red inalámbrica para conectar dispositivos externos a internet.
En la consola hay una hilera de ocho botones (imagen) muy útiles porque dan acceso directo a distintas funciones que el conductor previamente ha configurado. Por ejemplo, se puede memorizar una estación de radio o una ruta en el sistema de navegación (es un sistema que se encuentra en BMW desde hace tiempo).
Los asientos pueden ser de varios tipos. Nosotros hemos probado los denominados deportivos, que tienen la banqueta extensible, y los de serie. Aunque nos han parecido cómodos, los deportivos no dan una sujeción lateral como sugiere su denominación, siendo la diferencia entre unos y otros más visual que práctica. Si van tapizados en tela, pueden parecer más acogedores y aparentemente dejan que el cuerpo se mueva menos en las curvas que si están tapizados en piel (de mucha calidad al tacto y a la vista). Opcionalmente, los asientos pueden tener regulaciones eléctricas y ventilación (no hemos probado esto último). Más adelante, podrán tener función masaje.
En las plazas posteriores puede haber dos tabletas (Audi Tablet) que sirven tanto de puro entretenimiento como para controlar algunas funciones del coche. Los asientos posteriores son claramente más duros que los de las plazas delanteras, hasta el punto de parecernos que lo son en exceso.
El maletero tiene 480 litros de capacidad, que no es mucho dadas las dimensiones exteriores de la carrocería. Es idéntico por volumen a los maleteros de un BMW Serie 3 (9 cm más corto) y un Mazda 6 (12 cm más largo), mientras que el de un Volkswagen Passat (4 cm más largo) lo supera en más de 100 litros (586 l). Su forma geométrica es muy aprovechable. El piso es prácticamente un plano de 100 x 100 cm que, en la parte más cercana a los asientos, adquiere una ligera inclinación (imagen), que no parece que suponga algún inconveniente en un uso cotidiano. En el suelo hay cuatro argollas de metal cromado (excelentemente acabadas). A los lados del maletero hay sendos compartimentos que vienen bien para dejar objetos medianos. De la parte superior del maletero penden dos ganchos robustos, plegables y de gran tamaño que pueden ser muy útiles para sujetar una bolsa de la compra, una mochila o un bolso.
Bajo el hueco principal del maletero está la batería (todos los A4 2016 la llevan ahí), pero está ubicada de tal forma que cabría una rueda de repuesto de emergencia sobre ella (al menos así nos lo han asegurado en Audi). Los Audi A4 que hemos visto y probado tenían un kit de reparación de pinchazos.