La solución necesaria para motores de gasolina con mezcla pobre y Diesel es reducir la cantidad de oxígeno en la cámara. Para ello recircula gran parte del gas de escape. De esta manera, además, la combustión es más fría, lo que reduce la formación de óxidos de nitrógeno.Al darse la combustión en una atmósfera con mucho aire (muy rica en oxígeno), hay una mayor formación de óxidos de nitrógeno.
Hay dos métodos de recirculación: externa e interna; ambos se aplican en el A2 FSI. La externa consiste en tomar parte de los gases de escape y conducirlos hasta el colector de admisión. Para ello, en este motor hay una válvula regulada eléctricamente.
La interna consiste en coordinar la apertura y cierre de las válvulas, de manera que el motor aspire una parte del gas de escape durante la fase de la admisión. Para ello en este motor hay un árbol de levas con ajuste continuo (con una variación de 40°); cuando hace falta mucha recirculación de gas de escape, el cruce de válvulas es grande.
En condiciones de baja carga y régimen, el motor del A2 puede recircular hasta un 35 por ciento del gas de escape. De esa manera se reduce en un 70 por ciento la emisión de óxidos de nitrógeno.
Pero eso no es suficiente; además, hace falta un catalizador especial que retenga los óxidos de nitrógeno, aparte del catalizador normal de tres vías que tiene cualquier coche de gasolina. El catalizador de tres vías está cerca del colector de escape, el catalizador para los óxidos de nitrógeno (DeNOx) está más atrás.
Este catalizador tiene una doble función: retiene los oxidos de nitrógeno mientras el motor trabaja con mezcla pobre, y facilita que esos óxidos de nitrógeno se disocien en oxígeno y nitrógeno. Para que esto último sea posible, es necesario una mezcla rica en gasolina. El catalizador DeNOx tiene un sensor y, cuando está saturado, el motor enriquece la mezcla para eliminar esos óxidos de nitrógeno.
El problema de este catalizador es que retiene con mayor facilidad los compuestos de azufre que los de nitrógeno. El azufre que contiene la gasolina forma unos sulfatos que saturan el catalizador DeNOx y le impiden hacer su función con los NOx. Para evitarlo, el motor «limpia» periódicamente los compuestos de azufre, con un enriquecimiento de la mezcla.
Si la gasolina tiene 10 partes por millón (ppm) de azufre, la limpieza se produce cada 7.000 km proximadamente. Si tiene 100 ppm, entonces hay que limpiarlo cada 700 km. El proceso de limpieza implica un pequeño aumento del consumo.
El catalizador DeNOx necesita trabajar entre 250 y 500° C. Para conseguir esta temperatura hay una radiador justo antes, que refrigera el gas de escape.
Todas las operaciones de limpieza del catalizador, de compuesto de nitrógeno o azufre, se producen sin que el conductor pueda notarlo. El catalizador DeNOx no tiene mantenimiento y está hecho para durar toda la vida del coche.