Desde junio de 2002, la gama A2 tendrá una versión de gasolina más potente: 1,6 litros de cilindrada y 110 CV de potencia. Este motor llamado comercialmente FSI se distingue porque tiene inyección directa, que mejora el rendimiento y reduce el consumo.
Con un consumo medio de 5,9 l/100 km, el A2 FSI es el monovolumen de gasolina que menos gasta, entre los de su potencia. Si consideramos cualquier monovolumen de gasolina, el Honda Jazz 1.2 (78 CV) gastá aún meos (5,5 l/100 km) y el Renault Twingo 1.2 16v (75 CV) iguala al A2 FSI. Ahora bien, para que el A2 dé su máximo rendimiento, necesita un combustible más caro (de 98 NO); con gasolina de 95 NO pierde entre 2 y 3 CV y gasta ligeramente más.
Es un coche para ahorrar combustible, más que para ahorrar dinero. Costará 19.000 €, un poco más que un Renault Scénic 1.6, pero mucho menos que un Mercedes A190 (más potente pero no más rápido).
Dentro de la gama A2, para quien use el coche por carreteras amplias y por ciudad, puede que la versión 1.4 TDI de 75 CV sea preferible (aunque cuesta 250€ menos). Para quien lo use por carreteras más difíciles o aprecie las prestaciones con el coche cargado, es mejor esta versión FSI.
El funcionamiento de este A2 me ha parecido bueno. No creo que sea muy rápido en recuperación, pero sí puede acelerar rápidamente si se apuran las marchas. Es un poco ruidoso y, por lo que he podido ver en unos pocos kilómetros, efectivamente gasta muy poco.
El A2 (que está hecho de aluminio), es un coche ligero y estable. Audi ha endurecido algo la suspensión (en todas las versiones, no solo en ésta), con lo que ha ganado en estabilidad lo que ha perdido en comodidad.
Audi ha hecho una bajada de precio considerable en las versiones 1.4 de gasolina y 1.4 TDI: 1.350 € en el primer caso y 1.650 € en el segundo. El equipamiento no varía. El 1.2 TDI sigue al mismo precio (20.130 €) y, por tanto, queda aún más defasado con relación a otras versiones de la gama.