Aston Martin ha hecho su primer coche eléctrico tomando como base el Rapide, una berlina de cinco puertas y cinco metros de longitud. Su producción está limitada a 155 unidades.
La potencia total es 612 caballos, que se consigue mediante dos motores. Estos van a unidos a las ruedas mediante un diferencial de deslizamiento limitado, por lo que cada uno no se encarga de mover por separado cada una de las ruedas.
La velocidad máxima es 250 km/h y puede acelerar desde parado hasta 100 km/h en 4,2 segundos. Un Aston Martin Rapide S, que lleva un motor V12 de 559 caballos, tiene una velocidad máxima mucho mayor (327 km/h) y acelera ligeramente peor (4,4 segundos). Un Tesla Model S P100D, que tiene la misma potencia, alcanza la misma velocidad máxima y puede acelerar desde parado hasta 100 km/h mucho mejor que el Aston Martin, pues solo emplea 2,7 segundos.
Astin Martin dice que estos datos de prestaciones máximas no se limitan «a una ventana estrecha de carga de batería o condiciones climáticas, sino que, gracias a la arquitectura vanguardista de 800 V, el Rapide E ofrece su rendimiento de manera consistente y repetible».
La batería tiene 65 kWh de capacidad y va distribuida donde en un Aston Martin Rapide de combustión va el motor, la caja de cambios y el depósito de combustible. Su carcasa es de fibra de carbono y Kevlar. La autonomía es superior a 322 kilómetros (200 millas) bajo el ciclo de homologación WLTP. El sistema eléctrico admite cargas rápidas con potencias superiores a 100 kW.
Aston Martin ha podido reducir la resistencia aerodinámica del Rapide E respecto a la del modelo equivalente con motor de combustión dado que las necesidades de refrigeración son menores. Así, la parrilla tiene un diseño distinto; también ha cambiado el diseño de la parte inferior de la carrocería y el difusor trasero es más grande gracias a la ausencia del sistema de escape. El diseño de las llantas mejora la resistencia aerodinámica.
Hay tres modos de conducción (GT, Sport y Sport +) que afectan tanto a la entrega de potencia del motor como al ajuste de la suspensión. Los frenos delanteros tienen discos de 400 mm de diámetro y pinzas de seis pistones; los discos posteriores tienen 360 mm de diámetro y 4 pistones. Los neumáticos delanteros son de medidas 245/35 y los traseros 295/30, ambos para llantas de 21 pulgadas de diámetro. Los neumáticos son Pirelli P Zero de baja de resistencia a la rodadura.
En el interior Aston Martin ha reemplazado la instrumentación de agujas por una pantalla de 10 pulgadas. Hay molduras de fibra de carbono en distintas partes del interior que, además de una función decorativa, también ayudan a reducir peso. Como en otros vehículos eléctricos, hay al algunas funciones que se pueden controlar remotamente desde una aplicación, como el estado de la batería o el tiempo de carga. También es posible enviar rutas al sistema de navegación.
Aston Martin ha lanzado este modelo junto con Lagonda, una marca de su propiedad rescatada para lanzar vehículos eléctricos.