El Tonale tiene espacio suficiente para acoger confortablemente a cuatro adultos de hasta 1,80 metros de estatura. No obstante, de acuerdo con nuestras mediciones, es menos amplio que muchas de sus alternativas.
En las plazas traseras hay el mismo espacio para las piernas que en el Audi Q3, algo más que en el Lexus UX y menos que en el BMW X1 y el Mercedes-Benz GLA. Un Peugeot 3008 —que es 9 cm más corto— solo ofrece un centímetro menos en esta cota. En anchura y distancia de la banqueta al techo, queda descolgado respecto a esos modelos. A la altura de los hombros hay 135 cm entre puertas (unos 6 cm menos que en el Q3 y el X1; solo mejora al UX) y alguien de 1,85 m no se puede sentar completamente estirado porque su cabeza golpeará contra el techo.
La banqueta no se puede desplazar en sentido longitudinal, algo que sí es posible en el Q3, el X1 y el GLA (en el UX y el 3008, no). Los respaldos están partidos en dos partes abatibles (60/40) y a la altura de la plaza central hay una trampilla que conecta con el maletero y que sirve para transportar objetos largos. Hay que prestar atención al abrir las puertas traseras. Estás son más largas en la parte superior que en el medio y terminan en un pico con el que no es difícil golpearse el pecho (yo me he dado dos veces).
Me he sentido a gusto al volante del Tonale, aunque inicialmente pisaba sin querer la esquina inferior derecha del pedal de freno cuando ponía el pie sobre el del acelerador. Ambos pedales están colocados de forma ideal para hacer punta-tacón, pero esto no tiene ninguna utilidad en un modelo que todas sus versiones son automáticas. Una curiosidad: si se pisa a la vez freno y acelerador, el coche no acelera (esto es habitual, es una medida de seguridad); y no vuelve a hacerlo hasta que se deja de pisar ambos pedales (si se levanta el pie del freno y se mantiene el otro en el acelerador, el motor sigue sin responder).
Ha habido otra característica a la que me he tenido que acostumbrar: las levas del cambio son enormes (imagen). Durante el primer día, cuando intentaba accionar el intermitente, los dedos de mi mano izquierda chocaban contra la leva. No recuerdo ningún otro coche, dejando a un lado grandes deportivos, que las tenga de ese tamaño. Como son unas levas muy grandes y están fijas, es muy fácil usarlas aunque se tenga el volante girado. Son metálicas, no de plástico, y tienen un tacto de accionamiento muy bueno.
El diámetro del volante es algo menor que el habitual, pero no llega al extremo del Peugeot 3008. Las regulaciones en profundidad y altura son amplias. Esto no solo facilita encontrar una posición de conducción adecuada, sino que también consigue que no moleste para ver la instrumentación.
Esta se muestra en una pantalla (imagen). Es de tamaño generoso (de 12,3 pulgadas), se ve muy bien y las indicaciones me han parecido claras, mejor que en un BMW X1 o un Mercedes-Benz GLA. Hay tres diseños —Evolved, Relax y Heritage— que se seleccionan con un botón que está en la palanca de los limpiaparabrisas, algo que descubrí cuando fui a utilizar el limpialuneta (mi mente voló inmediatamente a aquel Alfa 159 que probé en 2006 y que tenía el botón para abrir el maletero en el plafón de luces del techo).
La pantalla del sistema multimedia (10,25”, imagen) tiene una estructura de menús un tanto confusa cuando se accede a las áreas de configuración y un formato de imagen muy apaisado (mucha anchura respecto a la altura). Este sistema es considerablemente mejor que el que Alfa Romeo utilizaba en otros modelos. El software está basado en Android, tiene conectividad 4G, es actualizable vía internet y compatible, sin necesidad de utilizar un cable, con Android Auto y Apple CarPlay. Alfa Romeo no ha eliminado los botones del sistema de climatización, lo cual nos parece un acierto. Estos, así como el resto de los que hay, están bien colocados, al alcance de la vista y la mano (imagen). El botón de arranque está en el lado izquierdo del volante, un lugar muy visible, pero nada habitual (imagen).
El salpicadero y las puertas delanteras transmiten sensación de estar bien elaborados, si bien cuando se tocan las piezas que lo componen, uno se da cuenta de que el plástico de la parte superior que parece gomoso es bastante duro y que la zona central del salpicadero es un material también tirando a duro, aunque que visualmente y al tacto podría pasar por una piel muy fina. Entre ambas piezas hay una moldura con un diseño trenzado retroiluminado que de noche resulta vistoso (se puede cambiar el color, imagen). Los paneles de las puertas son de plástico duro en su parte superior e inferior, mientras que entre medias hay un material símil-piel (distinto al del salpicadero). Los ajustes entre casi todas las piezas son precisos y no he encontrado piezas que crujan al presionar con los dedos. Este Tonale no transmite la sensación de solidez de un BMW X1 (para mí, el X1 es la referencia en esta categoría), pero parece estar más cuidado que un Stelvio (al menos el que probamos, que era de la gama 2017: prueba).
En la consola, nuestra unidad de pruebas tenía dos tomas USB (una de tipo C, la «pequeñita»), una de 12 V y una superficie amplia y bien ubicada para dejar el móvil y que se recargue sin cable (imagen). En las plazas traseras, al final de esta consola, hay dos salidas de aire orientables y otros dos puertos USB (como ocurre delante, uno es de tipo C; imagen). En el maletero (imagen) hay dos puntos de iluminación (cuando lo habitual es que solo haya uno) y una toma de mechero de 12 voltios (imagen).
Si bien el Tonale no cuenta con un espacio más amplio para los pasajeros que su competencia, sí queda mejor posicionado por volumen de maletero: 500 litros. Es más pequeño que el del Audi Q3 (530 l) y el BMW X1 (540 l) y más grande que del Mercedes-Benz GLA (435 l) y Lexus UX (367 l). El de la versión híbrida enchufable es de unos 455 litros (Alfa Romeo todavía no ha dado el dato definitivo), más capaz por tanto que el de las versiones híbridas enchufables del Q3 (380 l) y GLA (385 l). El portón tiene accionamiento eléctrico y un sistema de apertura manos libres que se activa dando un puntapié al aire por debajo del parachoques. El piso se puede colocar a dos alturas y extraer.