El 147 es un coche de buena estabilidad; es muy seguro de por sí, y mucho más con el control de estabilidad opcional (VDC). Ahora bien, la flexibilidad de la suspensión no es tan buena como las reacciones del coche.
En circulación normal por cualquier tipo de carretera, es un coche satisfactorio por cómo responden la dirección y los frenos. Quien tenga que realizar una maniobra brusca encontrará que el 147 no reacciona violentamente a un súbito cambio de dirección, por ejemplo. No obstante, se pueden dar las circunstancias para que el eje trasero se descoloque; por ejemplo, una curva en cambio de rasante. Para esos casos lo mejor es tener el control de estabilidad, que corrige el eventual sobreviraje casi al tiempo que sucede.
El control de estabilidad no es desconectable, en caso de tenerlo, pero hay un botón para desconectar el control de tracción; sólo es preciso hacerlo cuando se circula sobre nieve blanda, por ejemplo. El control de tracción deja de funcionar si se coloca la rueda de repuesto de emergencia.
Por ciudad tiene también la ventaja de su tacto de dirección, pero con el inconveniente de que gira muy poco. No hay que manotear mucho el volante al doblar una esquina o circular por una rotonda pequeña por la desmultiplicaciónque tiene la dirección. Pero en garajes estrechos o al aparcar va peor que otros coches de su tamaño.
En circulación rápida va mejor en carreteras rápidas que en lentas, especialmente si en las lentas hay baches. Por carreteras rápidas va como si fuera un coche más grande por la forma en que mantiene la trayectoria, recta o curva. Cuando, en un apoyo, pisa una irregularidad fuerte, se puede notar demasiado el movimiento de la carrocería, pero incluso en ese caso mantiene bien la trayectoria.
Por carreteras lentas es un coche estable pero subvirador, al estilo de un Nissan Almera. No es tan ágil como un Focus o un Mégane (o como lo era el 145), pero me parece preferible a coches que lo son demasiado, como un Xsara. Es difícil ayudarse con el acelerador para variar la trayectoria, ya que desacelerar en el apoyo apenas provoca sobreviraje, salvo que ya esté en un nivel crítico de adherencia. Las reacciones del 147 en carretera lenta están más cerca de las de un Volkswagen Golf que las de un Alfa Romeo 156, aunque con menos tendencia a sobrevirar que el Golf.
Si hay baches, es preciso bajar mucho el ritmo, porque los absorbe mal. Cuando la suspensión se comprime parece duro, por la forma en que se notan los baches en el volante (y por el ruido que hace). En cambio, cuando se extiende, la carrocería llega a tener un movimiento muy amplio, que parece restar apoyo en las ruedas delanteras.
Frena muy bien al principio, pero hay que ser cuidadoso si se pretende hacer frenadas fuertes y sucesivas, porque la resistencia no es grande.