El Volvo S60 es una berlina de cuatro puertas que mide 4,76 metros de longitud. Es un coche cómodo, una buena alternativa a modelos como el Audi A4, el BMW Serie 3 y el Mercedes-Benz Clase C, sobre todo para quienes busquen un turismo con el que practicar una conducción relajada y no tanto que para quien dé mucha importancia a tener reacciones precisas y comunicativas. En las impresiones de conducción ahondamos sobre este asunto.
Todos los S60 llevan algún sistema de hibridación. Las versiones B4 y B5, con 197 y 250 CV respectivamente, tienen uno de tipo ligero (mild hybrid) que funciona a 48 voltios. Su sistema de impulsión está compuesto por un motor de gasolina y uno eléctrico de poca potencia (14 CV), el cual sirve de motor de arranque y de apoyo al de combustión en las aceleraciones (ficha comparativa). A estas versiones les corresponde el distintivo ambiental ECO y las dos son tracción delantera.
El resto de S60 son híbridos enchufables y les corresponde la etiqueta 0, la misma de los coches eléctricos. Hay tres versiones, todas con tracción a las cuatro ruedas: T6 Recharge (341 CV), T8 Recharge (392 CV) y Polestar Engineered T8 (405 CV). En el T6 Recharge y el T8 Recharge la autonomía eléctrica es de 59 km, mientras que en el Polestar Engineered T8 es de 51 km (ficha comparativa).
El S60 B4 es el más asequible. Cuesta 43 200 euros, entre 2000 y 3000 euros menos que las alternativas de Audi, BMW y Mercedes-Benz de potencia similar con etiqueta ECO (ficha comparativa). Para comprar un S60 híbrido enchufable hay que pagar, como mínimo, 55 750 euros, que es lo Volvo pide por un T6 Recharge. Tanto el Mercedes-Benz C 300 e (320 CV), como el BMW 330e (292 CV) tienen un precio inferior, pero también son menos potentes y su autonomía eléctrica es similar (ficha comparativa). Todos los S60 llevan de serie una caja de cambios automática de ocho relaciones (precios y equipamiento de la gama Volvo S60).
La gama de motores del S60 cambió a principios de 2020, como reflejamos en la sección de Cambios de la información. La versión Polestar Engineered T8 incluye una serie de modificaciones en las ruedas, los frenos, la suspensión y el motor (en la galería de imágenes se ven algunos de los accesorios que componen esta preparación) para mejorar sus cualidades deportivas. Esta generación del S60 nunca ha estado disponible con motor Diesel, ni lo estará. En cambio, la variante con carrocería familiar, el Volvo V60, sí se puede pedir con un motor Diesel (más información y prueba del Volvo V60).
El Volvo S60 está equipado con los elementos de diseño, tecnológicos, de confort y de seguridad heredados de la serie 90 (son los modelos S90, V90 y XC90). Entre ellos, son destacables la pantalla central del sistema multimedia, que va colocada en posición vertical, un sistema de asistencia a la conducción que Volvo denomina Pilot Assist (que combina el programador de velocidad activo y el sistema de mantenimiento de carril) y un sistema de alerta por posible colisión frontal (con reconocimiento de ciclistas, peatones y animales grandes) con una función de frenada automática de emergencia.
Hay tres tipos de suspensión. La de serie (con nivel Inscription) tiene amortiguadores de dureza fija y muelles helicoidales con un ajuste normal. Una segunda opción es la denominada Chasis Sport (de serie con el acabado R Design y en opción para Inscription), que cuenta con muelles y amortiguadores no regulables más firmes. Por último, se puede elegir un paquete denominado Chasis Four C, que consta de amortiguadores de dureza regulable.
El habitáculo está fabricado con esmero y cuidado por el detalle, una ergonomía bastante bien estudiada (aunque hay un exceso de funciones aglutinadas en la pantalla y a veces provoca distracciones) y unos asientos muy confortables y que se adaptan al cuerpo mejor que la mayoría de asientos de otros fabricantes. La visibilidad es correcta y el acceso, bueno en las plazas delanteras y algo peor en las traseras, donde un pasajero de 1,70 m de estatura debe prestar atención al borde superior del marco de las puertas para no chocar con la cabeza. Nuestras impresiones del interior del V60 son aplicables al S60, exceptuando, obviamente, la información relativa al maletero, así como los detalles relativos a equipamiento.
La amplitud del S60 es muy buena para los pasajeros de delante en la cota de anchura, porque la distancia entre las puertas es superior a la media. La altura, al menos con techo eléctrico, es suficiente para personas altas. En la segunda fila hay, según nuestras mediciones (ver tabla), una distancia normal respecto a los respaldos delanteros, con 71 cm de longitud. Es lo mismo que hay en un Audi A4, un Lexus IS y cinco centímetros menos que en un BMW Serie 3. Con la altura y la anchura pasa lo mismo, están en la media de sus competidores.
El maletero tiene formas regulares en el suelo y en las paredes, sin escalones, pero no en el techo, donde un montante superior de chapa resta altura libre para objetos voluminosos si estos ocupan casi toda la profundidad del vano. Llama la atención negativamente que, de forma parecida a como sucede entre el Volvo S90 y el V90, en el S60 el revestimiento del maletero tiene una presentación más pobre que en la variante V60. No solo el tejido es más basto, sino que la fijación en las paredes parece poco sólida y los remates en la zona donde se insertan los soportes del portón no tienen un embellecedor de plástico (en esta imagen se aprecia este detalle. La pieza de plástico que se ve en el suelo es un accesorio opcional). Esto también ocurre en el BMW Serie 3 (imagen), e incluso en el Mercedes-Benz Clase C de forma flagrante (imagen), pero no en el Audi A4 (imagen).
Volvo ofrece una alternativa a la compra tradicional del vehículo, que consiste en la posibilidad de disponer de él a cambio de un pago mensual. Este servicio se comercializa bajo la denominación Care by Volvo.
Esta generación de S60 reemplaza al S60 (2013), que a su vez es una actualización del modelo que se empezó a vender en 2010 (más información). El S60 (2019) es el primer modelo de Volvo que se fabrica en Estados Unidos. A tal efecto, se ha construido una nueva planta en la localidad de Charleston, en el estado de Carolina del Sur.