Volvo ha conseguido un motor muy satisfactorio bajo distintos puntos de vista. Si consideramos conjuntamente suavidad y silencio, creo que es el mejor Diesel que he probado. Los hay que suenan menos y vibran más (el cuatro cilindros de Peugeot) y que vibran menos pero suenan más (el seis cilindros de BMW). No es que el motor de Volvo no haga ruido, pero es muy peculiar y poco «Diesel». En aceleración tiene un sonido ronco pero no muy intenso. A velocidad constante y al ralentí apenas suena. En parado, no se nota casi vibraciones en el volante o el pomo del cambio.
Gasta muy poco. Quien quiera ahorrar por encima de todo, encontrará que es posible ir a un ritmo normal por carretera y gastar en torno a 7 l/100 km. A una media real y sin paradas de 145 km/h, con aire acondicionado pero sin calor, ha gastado 7,8. El consumo máximo que hemos medido en un recorrido suficientemente representativo ha sido 10,1 l/100 km, correspondiente a una media muy alta (173 km/h). Es difícil gastar más de eso en un viaje largo.
La respuesta del motor es muy buena. El motor da fuerza de forma constante, sin ningún tirón especialmente grande, y desde muy bajo régimen. Llega con fuerza hasta 4.400 rpm y ahí se acaba. La forma de acelerar de este motor es tan suave, y el ruido que hace tan escaso, que en carreteras donde es posible ocurre algo curioso: de repente se nota que ya no puede seguir acelerando; lo que ha ocurrido es que ha llegado a 4.400 rpm en quinta, que son 207 km/h reales (225 de marcador), su velocidad máxima.
A juzgar por la velocidad máxima, se podría decir que el coche va corto de desarrollo. La verdad es que, en circulación normal por carretera de sentido único, la quinta puede con casi todo en un margen muy amplio de velocidades: a 120 km/h el motor va a 2.500 rpm y da una buena aceleración. Como el motor suena y gasta poco, no es un inconveniente que tenga un desarrollo ligeramente corto. Eso sí, este motor y una caja de seis velocidades harían una combinación muy buena.
Como ocurre con otros motores Diesel de cierta potencia, éste no es tan superior a los cuatro cilindros de 2 ó 2,2 litros de cilindrada como cabría esperar, habida cuenta de la diferencia de caballos. El Passat de cuatro cilindros y 130 CV (que corre tanto o más que el seis cilindros de 150) no está muy lejos del Volvo S60 D5 en prestaciones, aunque tampoco gasta mucho menos y sí suena y vibra más. No he probado la versión de 155 CV de Audi, pero este motor de Volvo me ha dejado mejor impresión que el V6 TDI de 150, y creo que no hay una diferencia muy grande con relación al de 180.
Inicialmente medimos las prestaciones en unas condiciones no muy favorables: el coche tenía 1.480 km y la temperatura ambiente era 30°. Como los resultados que obtuvimos no parecieron algo escasos, las repetimos con más rodaje y menos calor (2.750 km y 14°). Hemos registrado más diferencia en recuperación que en adelantamiento (tabla comparativa de mediciones).