Volkswagen up! (2012) | Impresiones del interior
El Volkswagen up!, a pesar de su tamaño exterior (3,54 metros), tiene un habitáculo espacioso y un maletero grande, dadas las medidas de su carrocería. Está homologado para cuatro ocupantes, sin posibilidad de poder llevar legalmente a cinco.
Según nuestras mediciones, frente a modelos de similar tamaño, como un Fiat 500, un Ford Ka o un KIA Picanto, el up! es de los más espaciosos. La única cota en la que está por debajo de la media, es la de espacio para las piernas de las plazas posteriores. No obstante, no es una falta muy importante pues aunque delante viajen personas de hasta 1,85 m de estatura, si no se alejan mucho del salpicadero, atrás queda sitio suficiente para las piernas de personas de estatura similar (mediciones interiores).
La altura al techo es grande en las dos filas de asientos; un Fiat 500 o un Ford Ka tienen mucha menos altura. La anchura entre los paneles de las puertas también es buena.
Un inconveniente del up! es que el volante sólo tiene regulación en altura. Algunos conductores pueden echar de menos la regulación en profundidad, aunque no hace tanta falta como en un Fiat 500. Es posible lograr una cómoda posición de conducción, aunque quizá alguno tenga que ir con las piernas algo más flexionadas de lo normal para llegar bien al volante. El asiento del conductor tiene regulación en altura de serie. El reposapiés es amplio, sólido y cumple su función correctamente.
Los asientos delanteros del up! son cómodos porque tienen un mullido firme, una banqueta larga y porque sujetan bien el cuerpo, a pesar de no tener los contornos muy marcados. Tienen los reposacabezas integrados y ligeramente inclinados hacia delante para que queden cerca de la cabeza del conductor y su acompañante.
El acceso al habitáculo en las versiones de tres puertas es cómodo porque las puertas se abren mucho, claro está, siempre que no haya una pared u otro vehículo al lado. Quien normalmente aparque cerca de sitio que impida abrir las puertas completamente, es mejor que optar por el up! de cinco puertas —como son más cortas, cuando hay algun obstáculo, se pueden abrir en un ángulo mayor—. El up! de cinco puertas también es la mejor opción para quien habitualmente use las plazas posteriores.
En el up! de tres puertas, para poder acceder a los asientos traseros hay que mover los delanteros. La operación para abatir el respaldo y desplazar la banqueta de las plazas delanteras es más incómoda que en otros modelos similares; la razón es que la palanca que desbloquea la posición de los asientos está colocada baja, junto a la base (imagen), y obliga a agacharse. El asiento del conductor recupera la posición original después de ser abatido, no así el del acompañante. En las plazas traseras, el recubrimiento de las puertas tiene forma para servir de apoyabrazos (imagen). Es de plástico duro.
Materiales y mandos
En general, los ajustes entre piezas son buenos. El salpicadero está recubierto de dos tipos de plástico duro: uno granulado y de color negro —parte superior e inferior (imagen)— y otro liso brillante —parte central (imagen)—, que puede ser del mismo color que la carrocería. La zona próxima a la palanca de cambios y la parte interna de las puertas también es de plástico duro.
El cuadro de instrumentos y algunos mandos, como las palancas de la columna de la dirección, los del sistema de climatización, los elevalunas o los de las luces son muy similares a los de otros Volkswagen, como un Polo. Tienen buen tacto y son accesibles. La instrumentación es clara y puede tener relativamente mucha información. Por ejemplo, el ordenador de viaje (si está instalado) almacena datos de dos viajes, algo poco habitual en coches de este tipo. El volante tiene la parte baja plana, algo que no aporta ninguna ventaja a la hora de conducir, al menos en nuestra opinión. Cada uno de los brazos tiene un plástico brillante (imagen) que da menos agarre que el resto del volante.
Hay algunos detalles poco cuidados en el up! Por ejemplo, el guarnecido del techo transmite poca sensación de calidad y tiene algo de holgura en su unión con el parabrisas. También se echa de menos un mando elevalunas en el lado del conductor para el cristal del acompañante, que el suyo no sea de un solo toque —que se suba y se baje automáticamente con una única pulsación— o que los parasoles no tengan luz de cortesía. En el techo únicamente hay un plafón de iluminación.
El up! puede tener, igual que el Mii, un dispositivo portátil que va colocado en un brazo sobre el salpicadero (imagen). Tiene varias funciones: navegador, ordenador de viaje, indicador de temperatura del motor y cuentarrevoluciones, sistemas manos libres Bluetooth para teléfonos móviles y manejo del equipo de sonido con conexión Aux-In. Aquí hay un vídeo de su funcionamiento en el Mii.
Para ir de una opción a otra y para manejar el navegador es necesario hacer «fuerza» sobre la pantalla. No es tan sensible a la presión como algunos de los teléfonos móviles de útlima generación («smartphone»).
El sistema Bluetooth es sencillo y rápido de configurar. En ocasiones, la calidad del sonido de una llamada me ha parecido poco nítido, como metálico.
La posición la pantalla se regula fácilmente. Se coloca y se retira sin dificultad, presionando unas pestañas que la unen al brazo sujeto al salpicadero. El brazo también se puede desmontar.
El up! tiene un sistema de ventilación que funciona bien. Es capaz de refrigerar o caldear el habitáculo en pocos minutos. También es efectivo en caso de empañamiento del parabrisas. Como no es un climatizador, no se puede seleccionar una temperatura concreta, por lo que en ocasiones no es fácil lograr la regulación idónea rápidamente. Un inconveniente es que no hay dos salidas de aireación regulables en la zona central de la consola sino solo una y está dirigida hacia el parabrisas, no a los ocupantes.
Para complementar al sistema de climatización, hay unos asientos con calefacción (opcionales) muy efectivos y llevan tapicería de tela —en la mayor parte de los casos, la calefacción en los asientos suele estar asociada a la tapicería de piel—. Se manejan mediante unos mandos que hay en la consola, junto a los del sistema de climatización.
Maletero y huecos para objetos
El up! tiene una capacidad de maletero de 251 litros. Es un volumen grande dadas sus dimensiones exteriores. Por ejemplo, tiene algo más que un Renault Twingo (230 litros) y bastante más que un KIA Picanto (200 litros), un Fiat 500 (185 litros). Un Hyundai i10 tiene un litro más de capacidad, 252.
Como en el Mii, hay un doble fondo (imagen) que se puede colocar en tres posiciones: pegado al piso, casi enrasado con el borde de carga y pegado a los respaldos de los asientos traseros, para que no moleste cuando se quiere aprovechar al máximo el maletero. También se puede sacar del maletero. La bandeja que cubre el equipaje no tiene unas cintas que la suban a la vez que se abre el portón, pero sino un sistema que permite fijarla en paralelo a los respaldos traseros para introducir la carga con facilidad (imagen). En este vídeo del Mii se pueden ver algunos de estos detalles.
El maletero tiene formas regulares que facilitan la colocación de la carga. Si se coloca el doble fondo en su posición más baja, hay 26 centímetros entre el piso y el borde carga; en la posición más alta, hay 9 centímetros.
Es posible ampliar la capacidad de carga abatiendo los respaldos de los asientos posteriores (imagen). Así hay 951 litros disponibles y para lograr un fondo de carga plano hay que colocar el doble fondo en la posición más alta (imagen). Reclinando los respaldos de los asientos del lado derecho del coche es posible transportar objetos de hasta dos metros de longitud.
Hay cuatro ganchos para colocar unas bolsas y que no vayan sueltas por el maletero. Se echan de menos otros elementos como unas argollas para fijar una red o unas cintas elásticas con las que asegurar la carga o una luz que permita ver el maletero en zonas oscuras.
El portón es fácil de abrir y cerrar porque pesa poco. Da una sensación de calidad inferior que la de otros modelos de Volkswagen porque hay mucha chapa a la vista. Los ajustes entre piezas son buenos.
No hay muchos huecos para dejar objetos repartidos por el habitáculo. Al menos, los de las puertas son grandes. Además de estos dos, hay dos pequeños frente a la palanca de cambios —una repisa y un espacio de forma circular para una lata de bebida o una botella de 0,5 litros (imagen)— y en los laterales de la fila de asientos trasera. El hueco entre los asientos del conductor y el acompañante está desaprovechado porque sólo hay un pequeño espacio tras la palanca del freno de estacionamiento. La guantera, sin cerradura, tiene buena capacidad. Incluye un espacio específico para dejar unas gafas (imagen) —no está en el techo como en otros Volkswagen—.