Consumo
El consumo del Volkswagen ID. Buzz es sensiblemente menor en ciudad que en autovía. En entornos urbanos, siempre que se den condiciones favorables (poco tráfico, pocos semáforos, calles y avenidas que no sean estrechas) es posible estar alrededor de los 20 kWh/100 km sin esforzarse en conducir de forma eficiente. Si somos más mesurados con el acelerador y evitamos el uso del climatizador, se podría llegar a los 18,5 kWh/100 km necesarios para alcanzar la autonomía media homologada (417 km).
No obstante, son cifras más «reales» consumos entre 20 y 22 kWh/100 km. Sabiendo que la batería tiene 77 kWh aprovechables, a ese ritmo de 20 a 22 kWh/100 km podríamos hacer unos 350 o 385 kilómetros con una carga completa.
En autopista, sobre todo si tratamos de ir al límite de 120 km/h o un poco por encima, el consumo supera con facilidad los 26 kWh/100 km. Si, además, vamos cargados y la carretera no es llana, no es raro ver cifras cercanas a 30 kWh/100 km. En nuestro recorrido de autopista de referencia (descripción de este), gastó 26,5 kWh/100 km, por lo que de seguir así, no podríamos haber hecho más de 300 kilómetros.
En definitiva, el ID. Buzz no es una furgoneta para perderse por el interior de la península o viajar sin un rumbo determinado y llegar a lugares recónditos. Conviene planificar la ruta que vayamos a hacer con paradas cada 250 km para ir con un margen de seguridad que permita resolver cualquier incidencia que surja con las estaciones de carga.
Recarga
De acuerdo con Volkswagen, la potencia máxima de recarga con corriente alterna es de 11 kW y con continua de 170 kW. Nosotros solo hemos cargado con corriente continua y los resultados han sido muy buenos.
Con la batería al 5 % y utilizando un puesto de 350 kW, el ID. Buzz se pone rápidamente a cargar a 500 A, el máximo admisible por el sistema CCS2. Con el voltaje de la batería en esos instantes (en torno a 365 voltios), significa estar por encima de los 180 kW de potencia. Y por encima de esos 180 kW se mantiene hasta llegar al 23 % aproximadamente.
Alcanza el 50 % de batería con una potencia de carga de un poco más de 100 kW, el 80 % con potencias superiores a 85 kW y el 90 % a 60 kW. Del 90 al 100 % la potencia baja paulatinamente, rematando el último punto porcentual a un poco menos de 30 kW. Es una curva de carga muy buena, mejor que las que hemos observado en el Škoda Enyaq y el Volkswagen ID.4.
El tiempo necesario para cargar 65 kWh (lo que gastaríamos tras 250 km a un ritmo de 26 kWh/100 km) es de unos 35 minutos. Para pasar del 5 al 100 % se necesitan unos 55 minutos.
Los principales datos del proceso de recarga (potencia en kW, tiempo hasta completar la carga, porcentaje de carga, etc.) se pueden consultar en la pantalla central del sistema multimedia.
El navegador del ID. Buzz tiene una función de planificación de rutas que tiene en cuenta la distancia a recorrer hasta destino, el estado de la batería y la posición de las estaciones de recarga. Con todo ello te sugiere dónde parar a recargar, durante cuánto tiempo y con cuánta batería llegas y sales de ese cargador. Todo esto suena muy bien y sería de gran utilidad si la base de datos estuviera actualizada, que no es el caso. Al final terminas tirando del móvil y de aplicaciones de terceros, en las que no solo encuentras un listado actualizado a diario de las estaciones, sino también las opiniones de otros usuarios sobre su uso y coste.
Si se recarga con corriente alterna, es posible disminuir la potencia a través de un menú en el sistema multimedia para no sobrecargar la instalación eléctrica que queramos utilizar. Asimismo, existe la opción de programar el inicio y final de una carga, una herramienta útil para la carga doméstica, ya que podremos dejar el coche conectado a la corriente, pero que este no empiece a demandar hasta las horas en las que la electricidad es más barata.