Plazas delanteras
Las plazas delanteras del Golf Cabrio son prácticamente idénticas a las de un Golf de tres o cinco puertas, con pequeñísimos cambios en algún mando y en el salpicadero. La posición de conducción también es muy similar. El marco del parabrisas es más largo y está más inclinado que en otras versiones del Golf, pero no entorpece el acceso ni salida del habitáculo ni su parte superior queda cerca del conductor o su acompañante (salvo, quizá, si se sientan con el asiento en su posición más alta y cerca del volante).
La capota de lona del Volkswagen Golf Cabrio es completamente automática y no requiere manipular ningún tipo de fijación en el montante del parabrisas. Con un interruptor situado por detrás de la palanca de cambios (imagen), la capota se abre en 9,5 segundos (mismo tiempo para el cierre) siempre que el coche circule a hasta 30 kilómetros por hora. Que la capota se pueda accionar en marcha y en poco tiempo facilita mucho su manejo.
Por encima de esa velocidad, un aviso en la instrumentación avisa de «velocidad excesiva». Al presionar esa palanca, primero bajan ligeramente las ventanillas y posteriormente empieza el movimiento de la capota. Situado en el mismo lugar que la palanca que acciona la capota, hay un interruptor que sirve para bajar y subir simultáneamente las cuatro ventanillas, que puede ser utilizado desde el asiento del acompañante. Sólo el conductor tiene mandos, en su puerta, para subir independientemente las cuatro ventanillas. El acompañante sólo puede accionar la de su puerta, y los pasajeros de los asientos posteriores no tienen interruptores para las suyas, por lo que si las quieren subir o bajar se lo tienen que pedir al conductor.
En parado, la capota se puede subir y bajar con las puertas abiertas. La tapa del maletero, en cambio, tiene que estar cerrada. Un aviso en la instrumentación lo advierte en caso contrario. La capota no se puede abrir ni cerrar con el mando a distancia (en el Volkswagen Eos sí es posible). Cuando se acciona el techo no hace falta dejar un espacio libre por detrás de la carrocería; la única precaución es que la altura libre sea aproximadamente 2,2 m. Una recomendación que da el manual de usuario es no limpiar la capota con «aparatos de alta presión».
Existe la posibilidad de dejar subidas, de forma aislada, las ventanillas posteriores con la capota quitada. Al estar así, aisladas, las ventanillas posteriores no tienen ningún soporte lateral y oscilan notablemente con las turbulencias del viento (imagen de su aspecto en el blog «Teletransporte»). No parece que haya ningún motivo práctico que justifique esta configuración.
Plazas traseras y maletero
El Golf Cabrio es de cuatro plazas. Para acceder a los asientos posteriores, los delanteros se retiran hacia adelante con un sistema de memoria que recupera la posición inicial al ser empujados hacia atrás. El acceso a las plazas posteriores resulta amplio y cómodo incluso con la capota puesta.
En las plazas posteriores se pierde mucho espacio respecto a un Golf de tres o de cinco puertas. Queda espacio justo para las piernas y los hombros de dos adultos. Las medidas interiores del Golf Cabrio son prácticamente idénticas a las del Volkswagen Scirocco, salvo en la anchura de las plazas posteriores, con siete centímetros más en el Scirocco. El Golf Cabrio es ligeramente más ancho que un Volkswagen Eos, aunque la ventaja no es suficiente para que dé mucha más sensación de espacio.
Si las plazas posteriores no son muy confortables también se debe a que los respaldos están casi perpendiculares respecto al suelo. Esa posición obliga a sentarse en una posición poco natural y no muy cómoda en desplazamientos largos.
El maletero no es grande (250 litros) y tiene una forma irregular. El sistema de protección en caso de vuelco resta espacio justo por detrás del respaldo del asiento trasero. La tapa, en forma de «L», se abre hasta quedar completamente vertical. El hueco que queda para meter objetos en el maletero es reducido; cabe bien una maleta de tamaño mediano (imagen), pero puede haber problemas para meter una grande y cualquier otro objeto que abulte mucho por tener formas irregulares.
Para aumentar el volumen del maletero, los respaldos de las plazas posteriores se pueden plegar en dos mitades únicamente accionando unos tiradores que hay cerca de la boca de carga del maletero (imagen). El hueco que comunica el maletero con el habitáculo es muy pequeño. Este hueco forma tiene aproximadamente 80 centímetros de anchura y 40 de altura (imagen); por ahí cabrían dos juegos de esquís pero difícilmente se podría llevar una bicicleta, salvo que sea de niños.