El puesto de conducción del Volkswagen Beetle es muy bueno. Los asientos son cómodos y tienen regulaciones amplias, la palanca de cambios queda en una posición correcta y el volante también. Pero sobre todo, me parece destacable la buena ubicación de algunos de los mandos. Así, la pantalla central (que da acceso a muchas funciones del coche), el mando de luces, las salidas de aire e incluso los mandos del climatizador se alcanzan prácticamente sin retirar la mano correspondiente del volante, sólo estirando los dedos. Casi todo importante queda cerca, está bien ordenado y se manipula desviando muy poco la atención de la carretera.
La sensación de espacio en las plazas delanteras es grande porque el parabrisas queda lejos y el techo es alto. De hecho, es el descapotable con más altura libre al techo en las plazas delanteras que hemos medido en km77.com. En conjunto, da una sensación de amplitud que normalmente no se suele tener en coches descapotables. La anchura entre puertas es 138 centímetros, la misma que la de un Volkswagen Golf Cabriolet, suficiente para viajar sin estrecheces.
En las plazas traseras hay espacio libre al techo para personas de hasta unos 1,80 metros de estatura, pero el que hay para las piernas es escaso, salvo que los ocupantes de las plazas delanteras quepan con los asientos poco retrasados. Además, los respaldos de estas plazas están en posición casi vertical. En consecuencia, son unas plazas válidas para desplazamientos de unos pocos minutos, pero no para viajes. Un Golf Cabrio es preferible para llevar pasajeros detrás porque ofrece cinco centímetros más de espacio para las rodillas (tabla comparativa).
Salvo por el espacio en las plazas posteriores, el habitáculo del Beetle Cabrio es idéntico al del Beetle, así que la información que publicamos en su momento (impresiones del interior) se puede aplicar también a este modelo.
El espacio destinado al techo tras los asientos traseros supone una pérdida de capacidad en el maletero de 85 litros con respecto al Beetle —225 en vez de 310 litros—. Respecto al anterior modelo (el New Beetle Cabrio), el maletero del Beetle Cabrio tiene 24 litros más de volumen.
El maletero tiene una boca pequeña (imagen), lo que dificulta el introducir objetos en su interior. No hay mucho espacio disponible: queda asi lleno con dos maletas de las que se llevan en la cabina de un avión y alguna mochila. Es un maletero que además de ser pequeño no es fácil de aprovechar porque tiene formas poco regulares. Dentro hay un pequeño espacio reservado para guardar el paravientos cuando no se utiliza. También hay ganchos en los laterales para colgar bolsas (imagen) y una rueda de repuesto de emergencia (imagen) bajo la zona cubierta de moqueta.
Además, ahora es posible abatir los respaldos traseros para incrementar la capacidad de carga. El hueco que queda cuando se hace no es grande (imagen), quizá debido a los refuerzos de la carrocería y al espacio adicional que requiere la capota y sus mecanismos, y además no forma una superficie plana. Los respaldos se abaten pulsando unos mandos que hay en el maletero, bien accesibles desde el exterior. Al hacerlo, queda un fondo de carga que no es plano ya que hay un escalón de 10 cm entre el piso del maletero y los respaldos de los asientos posteriores.
No hay ningún cajón para pequeños objetos ni argollas para sujetar una red con la que fijar la carga. Los triángulos de emergencia van sujetos en un compartimento específico junto a la boca de carga.