El Toyota Urban Cruiser podría catalogarse, por su carrocería, como un turismo alto o un monovolumen pequeño. Está disponible desde 15.100 € (todos los precios). Desde diciembre de 2010 tiene ligeros cambios en la gama (más información).
Se puede adquirir con un motor de gasolina —1.33 VVT-i de 99 CV— o uno Diesel —1.4 D-4D de 90 CV—. En cualquier caso, la caja de cambios es manual de seis velocidades. La versión Diesel puede tener tracción delantera o total, mientras que la de gasolina sólo está en venta con tracción delantera.
El Urban Cruiser me parece un coche satisfactorio a pesar de que no tiene revestimientos de gran calidad en el habitáculo —como los de un Volkswagen Polo—, ni es especialmente cómodo —como un Renault Grand Modus—. Tampoco es el más ágil —un Nissan Note lo es más— ni el que más equipamiento puede tener.
A mi juicio, cumple satisfactoriamente con lo que se espera de un coche de este tipo: una carrocería con espacio para cuatro personas —los de las plazas traseras mejor si son niños, dado que no hay mucha altura—, un maletero de capacidad razonable, diversos elementos que le dan funcionalidad en el día a día, una seguridad activa acorde con un producto reciente y un motor Diesel de 90 CV que gasta muy poco. La versión de gasolina de 99 CV es poco recomendable porque tiene poca fuerza.
El apellido «Cruiser» de su denominación, que comparte con el todoterreno más emblemático de Toyota (Land Cruiser), y que haya una versión con tracción total, puede llevar a equivocación si lo que se espera de él es cierta capacidad para circular fuera del asfalto. La versión con tracción total puede ser interesante para quien tenga que circular por carreteras o caminos fáciles con firme deslizante, por ejemplo, en aquellas zonas de España en las que es habitual que nieve en invierno, pero no por zonas abruptas.
El Urban Cruiser no es un coche barato. La versión 1.4 D-4D de 90 CV se puede adquirir desde 18.300 €, mucho más que lo que hay que pagar por un Citroën C3 Picasso, un Nissan Note o un Renault Grand Modus, los tres con motores Diesel de 85 a 90 CV (ficha comparativa). Un Lancia Musa también es menos costoso, no así un Mercedes-Benz Clase A (ficha comparativa).
Un Yaris, 15 cm más corto y prácticamente igual de alto, cuesta 7.000 € con el mismo motor Diesel de 90 CV, aunque el equipamiento también es menor (ficha comparativa).
La versión de tracción total del Urban Cruiser tiene un precio de 20.650 €, más de 2.000 € superior al de la versión equivalente de tracción delantera. Va 15 mm más lejos del suelo —en total tiene 140 mm de distancia libre al suelo, poco para circular por zonas medianamente complicadas fuera del asfalto— y no puede tener los asientos traseros deslizables longitudinalmente que sí llevan el resto de variantes.
Como pesa 65 kg más y es más alto, acelera menos y gasta más (ficha comparativa). Un Fiat Sedici o un Suzuki SX4 tienen una altura libre al suelo mayor (190 mm) y un motor Diesel más potente (135 CV). Los precios son similares (ficha comparativa).
La versión con tracción total se distingue porque tiene un aspecto exterior característico, con unas molduras de protección en los paragolpes, en los pasos de rueda y en la parte baja de las puertas (galería de imágenes). También lleva los bajos protegidos.
Conducción y motores
La suspensión da mucha comodidad en toda circunstancia y contiene adecuadamente los movimientos verticales y de balanceo de la carrocería. En este sentido, recuerda más a un turismo que a un monovolumen. El motor Diesel es el que me parece más recomendable. A pesar de su menor potencia respecto al de gasolina —90 frente a 99 CV—, consigue que el Urban Cruiser acelere más de 0 a 100 km/h. No es un motor ruidoso. Su principal inconveniente es que hasta pasadas 1.800 rpm aproximadamente no empuja con fuerza, lo que dificulta ciertas maniobras en ciudad y carretera. Su mayor virtud, lo poco que gasta (más impresiones de conducción).
El motor de gasolina da poco empuje y resulta silencioso. Tiene un dispositivo «Stop&Start» que apaga el motor cuando el coche está detenido —en punto muerto y sin pisar el pedal de embrague—. El Urban Cruiser 1.3 VVT-i de 99 CV consume sólo 5,6 l/100 km en ciclo combinado.
Los dos motores que puede llevar el Urban Cruiser están disponibles en otros modelos de Toyota como el Yaris —1.4 D-4D de 90 CV— o el Auris —1.33 VVT-i de 99 CV—.
Habitáculo, equipamiento y otros detalles
El interior del Urban Cruiser está elaborado con materiales duros y de buena presencia. Tiene algunos malos detalles, como que no es fácil colocar una silla infantil (más información).
Hay dos niveles de equipamiento disponibles: «Live» y «Active». Todas las versiones llevan de serie siete airbags —incluido uno para las rodillas del conductor—, control de estabilidad (VSC+), reposacabezas delanteros activos, retrovisores exteriores con ajuste eléctrico y calefacción, radio CD MP3 y rueda de repuesto de emergencia (fichas de equipamiento).
Toyota prevé vender más de 25.000 unidades anuales del Urban Cruiser en Europa, de las que unas 1.000 unidades serán para España —90% de tracción delantera y 70% con motor Diesel—.
Precio del seguro
Asegurar a todo riesgo un Urban Cruiser 1.4 D-4D de 90 CV con tracción delantera para una conductora casada de 35 años, con carné desde hace más de 15 y 3 sin siniestros, que resida en Valladolid, utilice el coche a diario, aparque en un garaje comunitario y realice de 10.000 a 15.000 km anuales cuesta 752 € con la compañía Génesis, la de mejor relación entre calidad y precio —6,83 sobre 10— según nuestro comparador de seguros.
Es una póliza de buena calidad (8,82), pero no la más barata de las ofertadas. Ésta es la póliza que ofrece Direct Seguros (549 €) —a costa de una calidad baja (6,54) y una relación calidad-precio no muy buena (5,50)—. Un seguro a todo riesgo con franquicia de 300 € puede obtenerse desde 290 € con Balumba y una póliza a terceros ampliada —lunas, robo e incendio— desde 254 € con Click Seguros.