El Prius de 2009 sigue siendo un modelo recomendable por la amplitud de su habitáculo, especialmente por el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras. Lástima que esta amplitud no sea aprovechable por pasajeros de talla elevada, ya que la altura al techo no es grande.
El puesto de conducción ha mejorado. Ahora el volante tiene regulación en profundidad y no sólo en altura, algo que agradecerán los conductores más altos ya que, en el anterior, el volante quedaba lejos si se llevaban las piernas en una posición confortable. El desplazamiento longitudinal es de cuatro centímetros, según nuestra medición. No es mucho, pero sí mejor que nada.
De todos modos, el volante sigue saliendo de muy abajo, por lo que queda alejado de la vertical. Es decir, que si se ajusta a la distancia correcta (para que la muñeca quede sobre el aro en la parte superior del volante), la parte inferior queda cerca del cuerpo. El volante sigue siendo ovalado y ahora la parte inferior está achatada. En nuestra unidad, si se acercaba el volante todo lo posible hacia el salpicadero y al hacerlo se golpeaba con cierta intensidad al alcanzar el final del recorrido sonaba la bocina (que, como en todos los Toyota que recuerdo, tiene un tono agudo y de poca intensidad).
Un inconveniente para un conductor alto es que para colocarse el retrovisor interior en el ángulo adecuado, éste golpea en su parte superior contra el plástico que oculta los cables que van del retrovisor (de oscurecimiento automático) hacia el techo.
Los asientos delanteros (imagen) recogen el cuerpo mejor que los del Prius anterior, sujetan mejor lateralmente y son menos blandos. El del conductor tiene regulación eléctrica del apoyo lumbar. Tienen mayor recorrido en longitud y altura que en la versión anterior. Además, sus apoyacabezas son de tipo activo.
La visibilidad hacia detrás se mantiene sin cambios (era mejorable). A algunos conductores les molesta el marco de separación entre los dos cristales traseros (el que está tendido y el pequeño vertical); a mí me resulta todo lo contrario, porque de noche me tapa la luz que molesta cuando un coche me sigue a poca distancia pero no me impide verlo.
El Prius tiene desconexión del airbag frontal derecho, por lo que es posible colocar una silla infantil en sentido contrario a la marcha (Grupo 0+) en esa plaza. También se coloca con cierta sencillez esa silla en el asiento central trasero (el lugar más seguro del coche; imagen) porque el cinturón de esa plaza es suficientemente largo para anclar la silla con comodidad.
Respecto al Prius de 2006 —el mismo de 2004 con ligeras mejoras en los materiales, principalmente—, el habitáculo del nuevo tiene un aspecto completamente diferente, que puede resultar más agradable porque el diseño es más actual.
En el nuevo diseño de interior, destaca el «puente» situado en la consola central, que da una imagen de producto más elaborado que el Prius anterior. Debajo del «puente» hay una bandeja para depositar objetos que por su situación sólo es accesible para el conductor con el coche detenido y que puede ser un buen lugar para dejar un bolso; lo que no sé es si en las curvas se caerá de ahí (imagen).
Las bolsas de las puertas delanteras son pequeñas, ni siquiera cabe una botella de 1,5 litros, y sigue sin bolsas en las posteriores. En el reposabrazos central posterior hay ahora lugar para dos posavasos y en el «puente» central hay hueco para llevar una botella (imagen), en un lugar que no parece muy apropiado porque está muy cerca del volante. La guantera que hay bajo el reposabrazos central delantero es amplia, no está iluminada y tiene una toma de corriente de 12 V y conexiones USB y Aux. La tapa de esta guantera se abre deslizándola hacia atrás y levantándola (imagen). El cierre no va suave.
Sobre la calidad general, el Prius me parece un coche de contrastes. Es excelente el ajuste entre piezas. No lo es tanto cómo están rematadas algunas —hay un filo en la unión entre la parte superior e inferior de la consola puente— ni la calidad aparente de los plásticos, que son en todo caso duros al tacto; en el Prius 2006 los había blandos en algunas zonas.
Me parecen poco propios de un coche de estas características. Para darles un aspecto más vistoso, algunos plásticos tienen un acabado ondulado. Algunos, como los de las tapas de las dos guanteras del salpicadero (imagen) o los paneles de las puertas suenan a plástico de muy poco grosor al golpearlos.
Al circular por una carretera bacheada hemos escuchado algunos ruidos. No da la impresión de que algo se vaya a romper, ni de que nada esté estropeado, pero no parece un coche tan sólido como un Toyota Avensis.
No hay elementos de recubrimiento (como goma o un material textil) en las zonas pensadas para dejar objetos, como las bolsas de las puertas o las guanteras (que además no están iluminadas). Por el contrario, el tacto de los mandos, tanto de los interruptores que hay en la consola como de las palancas que hay en la columna de la dirección, causa muy buena impresión por el tacto tan sólido que tienen.
Mandos
El salpicadero y el volante se han remodelado completamente, con diferente disposición de los botones, pantalla adicional para el climatizador y nuevos elementos.
La pantalla del navegador es exclusiva para este dispositivo, el equipo de sonido y el teléfono. La versión «Eco» que no puede llevar el navegador tiene en su lugar el equipo de sonido.
El climatizador tiene sus propios mandos, además de los del volante, y su propia pantalla (imagen). En el modelo anterior se manejaba desde los mandos del volante (imagen) y desde la pantalla táctil (imagen). Me parece más cómodo el nuevo sistema; antes era necesario acceder a la pantalla del climatizador para manejar algunas funciones.
La información del ordenador de viaje y del sistema híbrido se muestra en la pantalla que hay en la parte superior del salpicadero. Al ser una pantalla de peor calidad, la información se ve peor que en el Prius anterior. En la zona izquierda de esa pantalla se muestra el nivel de combustible, la velocidad y el consumo instantáneo.
Al presionar levemente sobre los botones principales del volante, dispuestos sobre dos círculos (imagen), se superpone sobre la indicación del nivel de combustible y el consumo instantáneo un esquema de esos botones, con sobreiluminación para el botón preseleccionado (imagen). Funciona bien y permite comprobar con facilidad sobre qué tecla se tiene situado el dedo. Supongo que el conductor habitual del coche no necesita esa información, porque son pocos botones, situados con buen criterio y fáciles de recordar.
Una pantalla adicional se refleja en el parabrisas («HUD») con información plasmada en verde sobre la velocidad, el gráfico que en Toyota denominan «ECO Monitor» (informa sobre la conducción desde el punto de vista de la eficiencia energética) y del navegador (si lo tiene; imagen).
Cuando se ven las indicaciones del navegador desaparecen las otras informaciones. Mediante unos botones situados a la derecha del volante se puede modificar la altura en la que se muestra la información, la intensidad con la que se refleja y la información que aparece. Este sistema no se ve tan bien como el que utiliza BMW; en el Prius, la imagen se ve doble.
Maletero
Es algo más grande que antes: 445 litros frente a 408 litros. Este volumen incluye el doble fondo (imagen). En el Prius anterior había una pieza metálica para llevar el doble fondo levantado; en el nuevo esto no es posible: sólo se puede extraer y dejar plegado.
Cabe un juego de tres maletas de distinto tamaño (imagen) y que la anchura es suficiente para colocar un carrito de bebés (imagen). El portón tiene ahora dos asideros en su interior para cerrarlo; en el Prius anterior había sólo uno, en el lado derecho. Además del doble fondo, hay un pequeño cajoncito en el lateral izquierdo y una cinta ajustable en el derecho. Está iluminado y hay una cortina enrollable para ocultar el equipaje.
La rueda de repuesto es de emergencia salvo en las versiones con techo solar, que llevan kit reparapinchazos. Según Toyota, es así para compensar el incremento de peso del techo solar.