El habitáculo del Auris está realizado, en gran medida, con materiales de calidad y está bien terminado. No hay holguras entre piezas o filos cortantes, como sí ocurre en zonas como las bolsas de las puertas en otros modelos de similares características.
Tiene muy buen tacto el nuevo material de recubrimiento de algunas zonas del salpicadero —la pieza que cubre el cuadro de instrumentos y la parte del acompañante—. Es blando y da la sensación de que aguantará bien el paso del tiempo. Da mejor aspecto que el plástico duro utilizado en el modelo anterior.
Sin embargo, algunas zonas tienen un aspecto mejorable, como el conjunto formado por las manecillas de apertura, los tiradores y los mandos para bloquear las puertas o la pieza de los reposabrazos laterales que incluye los elevalunas (imagen).
La consola central continúa teniendo un diseño peculiar. La parte alta, que acoge la palanca de cambios, está más elevada que en la mayoría de turismos. Esto tiene una ventaja y varios inconvenientes. La ventaja es que la palanca de cambios queda más cerca del conductor, lo que facilita su utilización. Entre los inconvenientes, que hay menos huecos para depositar objetos y que su altura provoca que haya algo menos espacio para las piernas del conductor.
Esto supone que un conductor de aproximadamente 1,80 m de estatura y complexión normal se pueda sentir un poco encajonado —sólo en la zona de las piernas ya que la anchura a la altura del tórax y los hombros es más que suficiente para personas de casi cualquier talla—. Salvo por ese detalle, el Auris es un coche amplio tanto en las plazas delanteras como en las traseras.
El puesto de conducción es bueno en términos generales. Con la regulación del volante y el asiento en altura y profundidad es sencillo encontrar una posición cómoda. Todavía no hemos probado los asientos delanteros con detenimiento, aunque nos parece que tienen poca sujeción lateral el mullido no es del todo confortable. Los del modelo anterior no nos gustaron a algunos miembros de km77.com (más información).
En la consola central del Auris se echan en falta los huecos para dejar objetos que normalmente hay delante o detrás de la palanca de cambios. En su lugar hay uno entre el piso y la parte superior de la consola (debajo del «puente» que deja), abierto por ambos lados para que lleguen tanto el conductor como el acompañante delantero (imagen). Es poco accesible, ya que hay que forzar la posición del brazo y de la mano para poder coger lo que se deposite en él.
La palanca del freno de mano ha sido modificada para facilitar su utilización. Ahora está menos inclinada y es más sencillo tirar de ella.
La sensación de calidad que transmite el Auris sería superior si, además de mejorar ciertos plásticos, los pocos huecos para dejar objetos que hay (guantera superior e inferior o bolas laterales de las puertas) estuvieran tapizados con algún material que impidiera que se movieran o se dañaran.
Casi todos los mandos están ubicados en una posición que permite utilizarlos cómodamente. Las únicas excepciones son los que están ubicados en la parte baja del salpicadero, a la izquierda del volante (imagen), que permiten regular los espejos retrovisores exteriores y la altura de las luces y desconectar el control de estabilidad. Estos mandos están poco accesibles.
El Toyota Auris de 2012 soluciona una de las características negativas del modelo precedente: una mala integración del navegador en la consola central. Antes el navegador sólo se puede adquirir como accesorio de concesionario y era de la marca TomTom. Ahora el navegador se incluye dentro del sistema que Toyota denomina «Touch&Go». La pantalla de visualización se situa entre las salidas de aire y los mandos del climatizador. Además, ofrece la posibilidad de mostrar la imagen de la cámara de visión trasera.
Como el modelo al que sustituye, las plazas traseras del Auris son espaciosas y tienen otras características muy útiles. Por ejemplo, los respaldos de los asientos se pueden colocar en dos ángulos de inclinación y el piso es prácticamente plano, lo que favorece la movilidad de sus ocupantes y que la plaza central sea más cómoda de lo normal —quien vaya sentado ahí no tiene que llevar las piernas en una posición forzada—.
Maletero
A pesar de no haber cambiado estructuralmente, el maletero tiene un poco menos de capacidad que anteriormente —350 litros en lugar de 354 litros—. Es una cifra superior a la del Peugeot 308 (348 litros), idéntica a la del Volkswagen Golf (350 litros) e inferior a la del KIA cee'd (380 litros), Renault Mégane Berlina (372 litros) y el Honda Civic (401 litros).
La capacidad de carga se puede ampliar abatiendo los respaldos de los asientos posteriores mediante el sistema llamado «Easy Flat». Al plegar el respaldo, la banqueta baja unos centímetros, aunque no lo suficiente para que el piso quede completamente plano.