Como coche de orientación familiar, el Model Y es muy superior al Model 3 en el que está basado. Y no solo es cuestión de espacio para los pasajeros, que también, sino de facilidad de acceso al habitáculo, de capacidad de carga (el maletero posterior es mucho más grande y aprovechable) e incluso de visibilidad hacia el exterior (especialmente hacia delante y hacia los laterales). Y todo ello con una carrocería que solo mide 6 cm más de longitud; ficha comparativa.
En las plazas traseras, la banqueta de los asientos está a 69 centímetros de la carretera (medidos en vertical), por los 60 que medimos en esa misma cota en el Model 3. Esos 9 centímetros de diferencia junto con una puerta que abre en un ángulo más amplio y que libera un hueco más grande, son definitivos de cara a facilitar la entrada y salida del habitáculo. Además, aquellas personas que tengan que colocar habitualmente a niños pequeños en sus respectivas sillas, tendrán que agachar menos el tronco para llevar a cabo la tarea.
Una vez dentro, en estas plazas hay mucho espacio. Hemos medido 79 cm en sentido longitudinal (para las piernas), prácticamente lo mismo que en el Model 3 (un cm más, concretamente), que ya sobresale para bien en este aspecto. No obstante, en este caso en concreto, dicha medición no sirve para conocer con exactitud el espacio del que disponen los pasajeros (siempre medimos desde la base de la banqueta posterior hasta la parte trasera del asiento delantero, estando éste a un metro del pedal de freno). Y es así porque los asientos delanteros del Model Y van anclados al piso sobre unos soportes muy prominentes, de unos 13 cm de altura, de manera que los pasajeros de las plazas traseras pueden llevar las piernas estiradas casi por completo sin que los asientos delanteros estorben, incluso cuando estos van en su posición más baja.
En esta misma fila de asientos, la cota de altura es cinco centímetros superior a la del Model 3 (97 cm en total), y permite que se puedan acomodar adultos de estatura un poco superior a la media sin que la cabeza les roce en el techo (a mí, que mido 183 cm, me sobraban unos cuantos centímetros). La anchura es exactamente la misma, de 137 cm, un dato más bien escaso para el tamaño de la carrocería e insuficiente para que tres personas se puedan acomodar con un mínimo de confort. Todas las mediciones propias del interior.
Frente a sus alternativas de tipo SUV y tamaño parecido, las plazas traseras del Model Y sobresalen para bien en cuanto a espacio longitudinal, se quedan en un punto intermedio por espacio para la cabeza y quedan relegadas a las últimas posiciones en sentido transversal (anchura). Tabla comparativa de mediciones del interior.
Los pasajeros de estas plazas tienen a su disposición unos respaldos con varios ajustes de inclinación, unas salidas del sistema de ventilación entre los dos asientos delanteros, dos tomas USB de tipo C, un reposabrazos con dos compartimentos portabebidas y unos asientos con calefacción (incluida la plaza central). Elementos que son más o menos frecuentes en vehículos de este tipo, como por ejemplo una banqueta con ajuste longitudinal o un climatizador independiente del de las plazas delanteras, no están disponibles ni siquiera como opción.
En una fecha aún por determinar, Tesla ofrecerá de manera opcional una tercera fila de asientos de la que, por el momento, no tenemos ni siquiera imágenes. No obstante, y a la vista de la caída del techo por su parte posterior, nos aventuramos a decir que, muy posiblemente, sean plazas muy pequeñas y con un acceso complicado (básicamente, para niños).
Al maletero principal, el posterior, se accede mediante un portón de apertura automática que libera un hueco muy grande y homogéneo. Tesla dice que el espacio de carga tiene 971 litros de capacidad, pero no es un dato comparable al de otros modelos porque está medido hasta el techo, no hasta la bandeja (este último, un elemento que no estaba disponible inicialmente). Sea como fuere, el espacio disponible es grande y sus formas, muy regulares. Bajo el piso hay un doble fondo dividido en dos partes: una pegada a los asientos posteriores donde caben perfectamente los cables de recarga, y otra más cercana al portón que es muy profunda y sirve, por ejemplo, para guardar una maleta mediana (de las permitidas en las cabinas de avión).
En la pared izquierda del mismo hay dos mandos que sirven para abatir de manera automática los respaldos de los asientos posteriores (para volver a colocarlos en su posición inicial, hay que hacerlo a mano). Con esta configuración, Tesla dice que el volumen asciende a 2041 litros, un dato, este sí, comparable con el de sus alternativas: 1420 l en el Ford Mustang Mach-E, 1560 l en el BMW iX3 y 1300 l en el Kia EV6.
Bajo el capó delantero hay otro maletero de menor tamaño (117 l), pero suficiente para llevar varias bolsas de la compra o un par de mochilas grandes. Está iluminado y su acabado, sin ser excepcional (está cubierto de plástico duro en su totalidad), es mejor que el del maletero delantero del Model 3.
El salpicadero tiene un diseño idéntico al del Model 3 y como en éste, llama la atención la grandísima pantalla central de 15 pulgadas desde donde se manejan prácticamente todas las funciones del coche. Es una pantalla con un funcionamiento sobresaliente, como el de una buena tablet: todos los menús discurren entre sí de manera fluida y son intuitivos, la resolución es soberbia y la visibilidad, siempre buena. Ahora bien, son muchas las funciones a controlar y, por lo tanto, requiere de un tiempo de adaptación que será más o menos amplio en función de la habilidad de cada persona con este tipo de tecnologías.
Muchas funciones admiten comandos vocales para su activación o desactivación, pero al menos yo, he echado en falta algunos mandos y botones físicos para las funciones más habituales, como el climatizador o las sintonías de la radio. Tampoco estaría de más disponer de un sistema de información proyectada en el parabrisas, un dispositivo que evitaría el tener que apartar la vista de la carretera cada poco tiempo para consultar, por ejemplo, la velocidad a la que circulamos.
Los ajustes y acabados son mejores que los de nuestro Model 3, que fue de los primeros en llegar a España (posteriormente recibieron algunas mejoras en este sentido). En general no están descuidados, pero quizá no sean los que uno se espera de un coche cuyo precio de partida es de algo más de 48 000 euros. En la unidad que probamos, con poco más de 2000 km, no había ruidos por desajustes y el aspecto era bueno.