Aunque los materiales no son de gran calidad, todos los elementos del habitáculo del Alto están bien ajustados. El salpicadero y la consola central están fabricados en materiales duros. Dan la sensación de que aguantarán bien el paso del tiempo. Todo el interior es de dos colores: negro y gris.
Por calidad percibida, me parece que el Alto está a un nivel similar al del KIA Picanto o el Chevrolet Matiz y algo por debajo de modelos como el Toyota Aygo o el Renault Twingo.
La consola central está dividida en dos. En la parte superior, que es de color negro, están el equipo de sonido y las salidas del sistema de climatización (las de los extremos son de forma circular, mientras que las dos centrales son rectangulares). La calefacción y el aire acondicionado, en caso de llevarlo, se manejan desde los tres mandos ubicados en la zona inferior de la consola (de color gris). En ella también están el botón para conectar las luces de emergencia y una toma de 12V.
Entre ambas zonas hay un hueco para depositar pequeños objetos. También se pueden dejar las cosas que se suelen llevar en los bolsillos, como la cartera, el teléfono móvil o unas llaves, en la guantera sin tapa que hay en la parte derecha del salpicadero (no es demasiado grande y tiene el inconveniente de que todo coloca en ella queda a la vista), en un pequeño espacio delante de la palanca de cambios y en los laterales de las puertas (lo que se deposite en estos compartimentos tendrá que ser de reducidas dimensiones, ya que son bastante estrechos).
Todos los mandos tienen buen tacto y son sencillos de accionar. El cuadro de instrumentos tiene sólo un indicador de forma circular con el velocímetro y una pequeña pantalla que informa del nivel de combustible y del kilometraje total y parcial. También lleva un reloj digital. Se echa en falta el cuentarrevoluciones (no disponible en España ni como opción) y un ordenador de viaje con el que poder controlar el consumo o la autonomía.
El puesto de conducción es relativamente amplio para las dimensiones del coche, pero no en términos absolutos. De hecho, una persona de poco más de 1,80 de estatura no irá totalmente cómodo por la falta de espacio para las piernas. El asiento únicamente se regula en longitud y en inclinación del respaldo; el volante, sólo en altura.
En las plazas traseras, dos adultos de talla media (1,80 m) pueden acomodarse sin problemas, siempre que los asientos delanteros no estén demasiado retrasados. El espacio para las piernas es suficiente. Los dos asientos posteriores (individuales) no tienen ningún tipo de regulación.
Los cuatro asientos son cómodos aunque tienen poco relleno. Las tapicerías son de buena calidad. Los asientos delanteros no sujetan demasiado el cuerpo pero tanto por la longitud de la banqueta como por la forma del respaldo, es fácil sentirse a gusto en ellos.
Algunos detalles del interior delatan que el Alto es un coche barato. Por ejemplo, los retrovisores no tienen regulación eléctrica (se realiza manualmente mediante una palanca), el parasol del acompañante no tiene iluminación y los tiradores para abrir el maletero y el tapón de gasolina desde el habitáculo no son muy fáciles de accionar (están algo duros).
A pesar de que el maletero es pequeño (de los coches de similares características, sólo el KIA Picanto tiene menos), es bastante aprovechable por su forma rectangular. El espacio de carga se puede ampliar reclinando los asientos traseros (uno o los dos a la vez). Bajo el piso del maletero está la rueda de repuesto de emergencia (no cabe una de iguales dimensiones que las otras cuatro).