El Subaru WRX STI mide 4595 mm de longitud, casi lo mismo que un Ford Focus Sedan o un Mazda 3 SportSedan. El interior es amplio teniendo en cuenta esas dimensiones exteriores. El mejor dato es la gran disponibilidad de espacio longitudinal tanto para los ocupantes de las plazas delanteras como para los de las traseras. La altura libre en las plazas delanteras es grande; no lo es tanto en las posteriores, pero incluso así hay sitio suficiente para que una persona de hasta 1,85 metros no roce con su cabeza en el techo.
El puesto de conducción está bien resuelto en términos generales. Lo primero que me llamó la atención es que los montantes del parabrisas son más estrechos de lo normal. Por ese motivo, la visibilidad en tres cuartos delanteros es mejor de lo habitual. Hacia detrás también se ve bien puesto que ni el borde de la ventanilla queda demasiado alto, ni el gran alerón molesta para ver la carretera y los coches que hay por detrás. Además, de serie hay una cámara posterior (imagen de la pantalla donde se muestra la información) que supone una ayuda extra para ver aquellos objetos que se encuentran cerca del coche. En general, es un coche con el que se calcula bien dónde están los límites de su carrocería.
La ubicación de los mandos a disposición del conductor es correcta. Quizá sería deseable que el ordenador de viaje se pudiera controlar desde algún mando del volante, en lugar de tener que hacerlo desde un botón ubicado en el centro del salpicadero, junto al botón de luces de emergencia (imagen). La pantalla donde se ve la información del ordenador (imagen) también da otros datos como la presión de sobrealimentación del turbocompresor (imagen) o el reparto de potencia a las ruedas (imagen).
Los asientos delanteros (imagen) son buenos para un uso rápido en curvas o normal, pues sujetan convenientemente el cuerpo y no dificultan el acceso y salida porque no tienen laterales excesivamente cerrados ni duros. Algunos conductores han echado en falta que el asiento pudiera ir un poco más bajo, pero con el paso de los kilómetros se han encontrado cómodos y esta sensación ha pasado a un segundo plano. Los reposacabezas tienen una regulación que permite inclinarlos hacia la cabeza de los ocupantes (imagen), de tal manera que pueden quedar muy cerca de ésta, incluso tocándola si así se desea.
El maletero (imagen) tiene un volumen normal para la longitud de la carrocería. Es aprovechable, si bien no está bien equipado para transportar la carga de forma ordenada. Por ejemplo, le faltan ganchos en los laterales para colgar bolsas, argollas en el piso para fijar —por ejemplo— redes o un tirador en la cara interior del portón. Está provisto de una rueda de repuesto de menor tamaño que las otras cuatro (imagen). Para aumentar el espacio de carga se puede abatir en dos partes el respaldo de las plazas posteriores (imagen). La superficie resultante no queda completamente enrasada, pero casi.
Mi impresión es que este coche, como otros modelos de Subaru, es de muy buena calidad y su aspecto no es demasiado moderno. No tiene muchas molduras decorativas, piezas con acabado brillante (tan de moda actualmente), ni grandes pantallas de manejo táctil, pero da una sensación de solidez poco común.