El habitáculo del Škoda Superb transmite una buena impresión de calidad, pero sin ser manifiestamente superior a la de sus alternativas, como el Citroën C5 X, el Mazda6 y el Peugeot 508. Aunque hay detalles que cada vez son menos frecuentes, como que los bolsilos de las puertas, las cuatro, estén tapizados o que lo esté la guantera (imagen).
La instrumentación se ve en una pantalla de 10 pulgadas (Virtual Cockpit) de buena resolución y claridad en su manera de mostrar los datos, con varias opciones de personalización (ejemplos). En opción se puede pedir un sistema de información proyectada en el parabrisas que da datos esenciales, como la velocidad, y otros adicionales, como las instrucciones del navegador.
Hay dos sistemas multimedia, uno con pantalla de 10 pulgadas y otro con una de 13. En ambos casos está incluido el control por voz (que puede activarse con el comando «Hey Laura») y gestual para algunas funciones, así como la compatibilidad inalámbrica con Android Auto y Apple CarPlay. El sistema multimedia nos ha parecido fácil de utilizar porque las funciones están ordenadas con lógica y las zonas a pulsar son amplias (ejemplos). El menú principal se puede configurar a voluntad y si se usa Android Auto o Apple Carplay hay un icono de acceso directo.
El sistema de sonido de más calidad utiliza componentes del especialista alemán Canton Electronics y tiene 14 altavoces. Es un sistema de sonido correcto, no sobresaliente. El climatizador nos ha llamado la atención por ruidoso.
Debajo de la pantalla central y las salidas de aire están los mandos del climatizador. Entre ellos hay tres ruletas a las que Škoda llama Smart Dials (imagen). Se pueden girar y su función cambia al presionar la pantalla que tienen en el centro (a color y de 32 mm de diámetro). Las ruletas de los extremos sirven para cambiar la temperatura del climatizador, así como para activar la calefacción o ventilación de los asientos (imagen). La del centro se puede configurar para que dé acceso directo al volumen del sistema de sonido, velocidad del ventilador, salidas de aire, modos de conducción o para hacer zoom en el mapa del sistema de navegación (imagen). Tras conducir el Superb durante varios días nos parece un sistema ingenioso y elegante para despejar de botones la consola. Y, aunque es más distractivo que unos mandos para cada función, lo cierto es que es fácil hacerse a su uso con poca distracción.
El mando selector de las posiciones del cambio de marchas está situado en la columna de la dirección. Esto permite disponer de más espacio para objetos en la consola central y también no tener que soltar del volante la mano derecha para accionarlo.
En la consola hay una superficie de carga inalámbrica de 15 vatios para teléfonos móviles (imagen). En función del nivel de equipamiento, en el Superb puede haber hasta cuatro tomas de USB C de 45 W (dos delante y dos detrás; imagen) y otra de 15 W detrás del espejo retrovisor interior. El hueco bajo el reposabrazos central tiene un volumen de 5,5 litros y tiene un receptáculo pensado para guardar unas gafas y un limpiador de pantalla (o cualquier otra cosa; imagen).
Los asientos básicos tienen regulaciones manuales, mientras que los intermedios de la gama disponen de una mezcla de regulaciones manuales y eléctricas, así como una función de masaje que llevan a cabo tres cojines de aire. Los asientos más lujosos (Ergo; imagen) son totalmente eléctricos, disponen de calefacción, ventilación y función masaje con 10 cojines hinchables. He probado estos últimos y son cómodos —no de una forma extraordinaria— y dan una sujeción adecuada para una conducción normal. La función de masaje es interesante para aquellos que vayan a pasar muchas horas al volante.
Todas las generaciones anteriores del Škoda Superb se han caracterizado por unas plazas posteriores con mucho hueco para las piernas; el Superb 2024 mantiene esa característica. De acuerdo con nuestras mediciones, hay 80 centímetros de espacio longitudinal para los pasajeros traseros. Son cinco más de los que medimos en un Mazda6 y ocho más que en un Citroën C5 X y un Peugeot 508. Una persona que mida 1,80 metros de estatura se puede sentar detrás de otra de la misma talla y no quedarse muy lejos de poder estirar las piernas por completo.
El Superb también supera a las citadas alternativas por altura hasta el techo (94 cm en la Berlina y 95 cm en el Combi, ambos con techo solar) y por anchura entre puertas (excepto porque en esta última medición el Škoda es dos centímetros más estrecho que el Mazda). El Superb no solo ofrece mucho espacio detrás, sino que además a estas plazas se accede a través de unas puertas grandes y que abren con un ángulo generoso (no llega a 90 grados, pero se queda cerca).
Para las plazas posteriores hay una opción llamada Paquete Family/Business que incluye, entre otras cosas, unos reposacabezas con una extensión para que la cabeza no se ladee mientras se duerme (imagen). Entre medias de las dos plazas laterales hay un reposabrazos que, en el caso de pedir el citado Paquete Family/Business, lleva un soporte especial para sujetar tabletas (imagen). Estos dispositivos o los móviles tienen también un soporte en los asientos delanteros (imagen).
Otros elementos a disposición de los ocupantes traseros son las cortinillas laterales (imagen) y la posterior (imagen) o unas mantas que van guardadas en un estuche (imagen).
Maletero
El maletero del Škoda Superb Berlina es de 645 litros, mientras que el del Superb Combi es de 690. Son unos valores fantásticos. No hay ninguna berlina ni ningún turismo familiar de menos de cinco metros de longitud que supere estas cifras. Solo existe un modelo que iguala el dato de la carrocería Combi, el Volkswagen Passat Variant, que es en esencia el mismo coche que el Škoda.
Los Superb 4x4 tienen el mismo maletero que los tracción delantera. No sucede así en el caso del Superb Combi iV (híbrido enchufable), cuyo volumen es de 510 litros. En este caso la comparación con otros modelos es menos favorable, pues existen varios modelos híbridos enchufables que le superan, como el Peugeot 508 SW (530 l), el Volvo V60 (529 l) e incluso un coche sensiblemente más corto como el Opel Astra Sports Tourer (516 l). Listado comparativo.
El piso del maletero se puede levantar (debajo hay una rueda de repuesto; imagen), pero no colocar a distintas alturas. Si los asientos posteriores se abaten, estos no forman una superficie continua, sino que crean un escalón de 11 centímetros de altura aproximadamente.
Hay un accesorio de almacenamiento que cuando se extiende sirve para dejar cosas en él (imagen) y que cuando se recoge no molesta (imagen). Y unas piezas que se adhieren con velcro al tapizado y que permiten colocarlas para que la carga no se desplace (imagen).
La zona de carga está muy bien iluminada con cuatro puntos de luz: dos en los laterales (imagen) y dos en el portón (imagen). También hay ganchos para colgar bolsas, tiradores para abatir los asientos y una toma de corriente de 12 V (imagen).
Para el Superb Combi hay una opción llamada «Suelo de carga variable» (290 €) que sí permite variar la altura del piso y que, en la posición superior, sí forma una superficie continua con los asientos traseros abatidos (imagen). Con esta opción, además, hay unos recortes en los laterales pensados para encajar la bandeja cubreequipaje cuando la quitamos de su posición habitual.
El maletero del Superb Combi iV es como el de un Superb Combi con la citada opción «Suelo de carga variable» y el suelo colocado en la posición superior. Esto significa que en el Combi iV hay 11 cm menos de altura hasta la cortinilla y, además, este suelo es fijo, si bien tiene una solapa que se puede levantar y que da acceso a un hueco donde dejar los cables de recarga, alguna herramienta y el kit de reparación de pinchazos. Otra diferencia entre el maletero de la versión híbrida enchufable es que en los demás Superb hay un hueco con tapa en la pared izquierda, mientras que en el iV este espacio está ocupado por la batería de 12 voltios.
El accionamiento eléctrico del portón es de serie tanto en el Superb Berlina como en el Combi. El Combi, además, puede llevar en opción de una cortinilla accionada por un motor eléctrico.