El Škoda Superb Scout es un Superb con carrocería familiar (más información del Škoda Superb Combi) con algunas soluciones que mejoran su capacidad para circular fuera del asfalto: tracción total, una altura libre al suelo 15 mm superior (que parece poco, pero se nota) y un programa específico de conducción para circular fuera de la carretera. También tiene protecciones de plástico en el contorno de la carrocería que cumplen una función decorativa y protegen la chapa.
Sólo se vende con los motores tope de gama disponibles en el Superb: uno Diesel de 190 caballos (38 840 euros) y otro de gasolina de 272 (39 170 euros). En ambos casos, el cambio de marchas es automático. Listado completo de características técnicas y equipamiento.
El de gasolina es más barato que cualquier otro vehículo con carrocería familiar con motor del mismo tipo, potencia parecida y tracción total (listado de turismos con motor de gasolina entre 250 y 350 caballos con tracción total). En el caso del Diesel, el único familiar de tracción total y potencia parecida más barato es otro Škoda, el Scout (listado de turismos familiares con motor Diesel entre 150 y 230 caballos con tracción total). Los únicos modelos de otras marcas comparables al Škoda Superb Scout que, además de tener tracción total, tienen una carrocería sobreelevada, son el Volkswagen Passat Alltrack y el Volvo V60 Cross Country
Por dentro es igual que cualquier Superb Combi (salvo por pequeños detalles decorativos). Eso significa que es el familiar con mayor cantidad de espacio para las piernas de los ocupantes traseros y el que tiene más maletero (660 litros; listado de turismos familiares, ordenados por volumen de maletero). En opción se puede instalar un portón de accionamiento eléctrico con una función de apertura manos libres que se activa mediante un gesto con el pie (Virtual Pedal).
Pero el Škoda Superb Scout no es sólo espacio. Como otros Škoda, está cargado de soluciones y accesorios (algunas son de serie y otras opcionales) para facilitar su uso a quienes viajan en él. Además, el Škoda Superb Combi (ya sea Scout o no) es el turismo más refinado de Škoda y se nota. Rueda con suavidad y su interior es silencioso especialmente con el motor de gasolina de 272 caballos (el Diesel es algo ruidoso en la ciudad, que no a mayor velocidad). Se puede mejorar aún más la comodidad en marcha si se eligen los cristales laminados y la suspensión de dureza variable. Una de las novedades de equipamiento son los faros de encendido selectivo de ledes (Matrix Led). Cumplen su cometido pero no me han parecido gran cosa ya que dan un haz de luz un poco pobre (similar al que dan los faros básicos de ledes que puede llevar el Volkswagen Passat) y no se pueden elegir otros mejores (en el Passat sí).
El diseño de su carrocería permite que el conductor tenga buena visibilidad (o al menos mejor de lo corriente) en todas las direcciones. El Volkswagen Passat Variant también es un familiar práctico, pero es más pequeño por dentro. Un Ford Mondeo SportBreak, que es de un tamaño exterior parecido al Škoda, se maneja peor que este puesto que su conductor tiene menor certeza de dónde están los límites de la carrocería.
El Škoda Superb Scout, a pesar de su suspensión sobreelevada, se conduce como un turismo familiar normal, no como un todoterreno ligero o SUV. El motor de 272 caballos da una aceleración máxima tan elevada que raramente se utilizará de forma constante. Como es normal en los coches potentes de gasolina, el consumo de carburante es elevado cuando se aprovecha la potencia disponible. También puede gastar mucho si las condiciones de la vía son desfavorables aunque el ritmo de marcha sea normal. El gasto medio que hemos obtenido durante la prueba ha sido 9,6 l/100 km conduciendo generalmente de forma suave por todo tipo de vías, que incluían pistas forestales nevadas.
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