Según nuestra forma de medir, el Škoda Spaceback ofrece casi el mismo espacio para ocupantes que el Rapid. La única diferencia es la altura libre en las plazas posteriores. En esta medición, el Spaceback tiene seis centímetros adicionales debido a la distinta línea de su techo.
En conjunto se trata de un modelo muy bien aprovechado por dentro, dadas las dimensiones exteriores. Frente a la competencia (tabla comparativa de dimensiones interiores), sobresale por su altura libre al techo y por espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas posteriores. La peor cota es la anchura entre puertas, pero aún así, el valor que hemos medido está en torno al que ofrece la media. Curiosamente, Škoda ha conseguido una anchura interior aceptable con una carrocería que por su parte externa es más estrecha de lo normal. Esto ha sido posible, creo, a que los guarnecidos abultan poco, consiguiendo así unas puertas más bien delgadas.
El interior es sencillo por materiales y equipamiento. La inmensa mayoría de los materiales que recubren el interior son duros, pero bien ajustados, agradables al tacto y con aspecto correcto. El Škoda Spaceback no transmite la sensación de ser un coche costoso o lujoso, pero tampoco parece pensado para que sea lo más barato posible.
Faltan pequeños detalles que pueden ser más o menos útiles en una utilización cotidiana. Por ejemplo, no puede tener luz de cortesía en los parasoles y también he echado en falta un reposabrazos entre las plazas posteriores (al menos en la versión de equipamiento Ambition, que es la que hemos probado en km77.com). Un detalle a mejorar es que cuando he puesto una botella de 0,5 litros justo enfrente del hueco dispuesto por delante de la palanca de cambios (imagen), su parte superior rozaba algunos de los botones de la consola, y hasta los pulsaba.
El Spaceback puede resultar agradable a quien vaya buscando sencillez de uso. El motivo es que casi todos los mandos a disposición del conductor y acompañante, especialmente los de la consola, están bien ubicados y se encuentran con facilidad. Actualmente están proliferando los coches con consolas abigarradas de botones y de pantallas táctiles que no siempre son fáciles de comprender; no es el caso de este Škoda. Los anteriores comentarios son válidos, al menos, para nuestra unidad de pruebas, que no tenía instalado navegador. Unas de las pocas cosas que sí son difíciles de encontrar son las conexiones de dispositivos externos (auxiliar y USB), que al estar bajo los botones de la consola (imagen) y en un plano más retrasado, no se ven desde el punto de vista del conductor ni de acompañante, y por lo tanto es difícil acertar a conectar algo en ellos.
Una de las cosas que más he echado en falta en largos desplazamientos han sido unos asientos mejores. Las tres veces que he conducido más de dos horas seguidas, noté más cansancio del habitual en la zona de los glúteos. Quizá el mullido de los asientos es algo blando, y por ello, el cuerpo se acaba hundiendo. Esta impresión de falta de rigidez del mullido de la banqueta no la he tenido en desplazamientos cortos o medios. Mi percepción no tiene por qué tenerla nadie más, pero en todo caso, recomiendo probar los asientos «deportivos» disponibles en opción para comprobar si son de mayor calidad.
El maletero del Škoda Spaceback es más pequeño que el de un Rapid, pues tiene 415 litros de capacidad en lugar de 550. Esa reducción se debe a que su carrocería es de menor longitud. El maletero del Spaceback mayor que el de todo los modelos de la competencia. Por ejemplo, un Citroën C4 y un Honda Civic, dos de los modelos de este segmento con mayor volumen de maletero, tienen 408 y 401 litros respectivamente. Un Volkswagen Golf tiene 380 litros. Pero no solo ofrece mucha capacidad, sino que también es fácil de aprovechar por sus formas regulares y de cargar por el amplio acceso que deja el portón.
El maletero se puede dividir en dos niveles gracias a un doble fondo (opcional). Esta pieza que conforma el doble fondo se puede sacar del interior cuando no hace falta. Es un maletero fácil de aprovechar gracias a sus formas y ofrece soluciones que hacen que su utilización sea muy cómoda. Por ejemplo, lleva dos ganchos sólidos en los laterales para colgar bolsas, se pueden instalar redes (en el piso y en los laterales) para llevar bien sujetos objetos de tamaño mediano, una cubierta reversible (imagen) de fácil limpieza y una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro.
Al igual que el Škoda Rapid, el Spaceback tiene detalles prácticos como un rascador de hielo en la cara interior de la tapa del depósito de carburante (imagen) y un espacio específico para guardar el chaleco de emergencia bajo la banqueta del conductor.