La posición de conducción del Škoda Karoq es cómoda, elevada, natural y se controla bien tanto los límites de la carrocería como la carretera. El nivel de equipamiento Sportline tiene unos asientos delanteros llamados «deportivos» que dan buena sujeción y son adecuados para pasar varias horas conduciendo. Existe la posibilidad de que vayan calefactados.
La instrumentación que he probado es la que tiene la pantalla de mayor tamaño (de 10 pulgadas, llamada Virtual Cockpit; hay otra de 8) y en general se ve bien y muestra la información de forma clara. Es configurable, de tal forma que es posible variar tanto su aspecto como la información que muestra (ejemplo 1, 2, 3 y 4). Lo que no me ha satisfecho es que no responde con rapidez a las pulsaciones que se hacen sobre los botones y las ruletas que hay en el volante (imagen), sino que hay un retardo que me ha parecido innecesariamente largo.
El sistema multimedia se controla desde una pantalla de 8 o de 9,2”, que es la que he probado (imagen). Funciona de forma correcta y muestra la información de forma clara, pero la presentación de los gráficos no es tan moderna como en otros coches de precio parecido. Forma parte de un paquete opcional denominado Pack Multimedia XL que incluye navegador y superficie de carga inalámbrica en la consola central (imagen).
Alrededor de las plazas delanteras hay mucho sitio donde depositar objetos. Es muy práctico el cajón que hay bajo el reposabrazos delantero deslizante, que es opcional (Jumbo Box, imagen). Este hueco es grande y aloja un accesorio móvil ingenioso que, por una cara tiene una superficie cubierta de goma y, por otra, pequeños receptáculos donde sujetar envases de bebida, tarjetas, monedas y la propia llave del vehículo (imagen). Delante de la palanca del cambio hay otro hueco más pequeño, en donde hay una toma de corriente de 12 voltios, dos entradas USB-C y un espacio para meter un teléfono móvil y cargarlo por inducción (si está montado dicho elemento). La guantera es grande y va refrigerada (imagen). En las bolsas de las puertas hay una goma elástica que permite sujetar mejor algunos objetos e incluso algún documento (imagen). También hay un espacio de almacenamiento en el salpicadero justo delante de la rodilla del conductor (imagen), otro sobre la parte central del salpicadero (imagen) y, como es habitual en Škoda, no falta el soporte en el parabrisas para tarjetas de aparcamiento (imagen).
Plazas posteriores
En general, el interior, y más concretamente las plazas posteriores, están muy bien aprovechadas para las dimensiones exteriores. No es el más grande en términos absolutos en ninguna de las mediciones del habitáculo, pero sí está cerca de los mejores en casi todas (mediciones propias). Una de las cosas más sobresalientes es la cantidad de espacio que queda bajo los asientos delanteros para que los ocupantes de las plazas posteriores puedan meter cómodamente sus pies.
Si los ocupantes que van a viajar detrás son altos, es mejor no elegir el techo solar, pues resta 4 centímetros de altura. Con este elemento montado, si alguien de 1,85 metros va sentado en las plazas posteriores de un Karoq, es posible que roce con la cabeza en el techo en el techo solar si se sienta erguido.
A diferencia de otros SUV, los asientos traseros del Karoq no van apreciablemente a mayor altura que los delanteros. Por ello, los ocupantes posteriores no tienen una gran visibilidad hacia la carretera. Esto me ha parecido especialmente evidente con los asientos deportivos delanteros de la versión Sportline, que son muy anchos por su parte superior (imagen). No sé si también ocurrirá con los que tienen las versiones básicas.
De serie, las banquetas de los asientos traseros son fijas y los respaldos se pueden abatir en dos mitades de distinto tamaño (imagen). Si no se usa la plaza central se puede desplegar un reposabrazos (imagen) o abrir una trampilla para transportar objetos largos y estrechos (imagen).
En las plazas posteriores hay salidas de ventilación en la prolongación de la consola central. Si se opta por la opción Jumbo Box, se añade una toma USB-C y otra de 230 V (imagen). No hay cortinillas para las ventanillas laterales, pero al menos los cristales traseros están oscurecidos.
Varioflex
En opción se puede elegir el sistema VarioFlex, que consta de tres asientos traseros independientes y con regulación en inclinación del respaldo (imagen e imagen). Los laterales, además, se pueden desplazar longitudinalmente (imagen). Habrá personas a las que estas funciones les resulten interesantes. Por ejemplo, los padres que lleven un niño pequeño detrás pueden correr el asiento lo más adelante posible y así les será más fácil llegar a su hijo para atenderle en lo que sea necesario. Si no se va a sacar provecho al sistema VarioFlex, es mejor evitarlo. Por tres motivos. Primero, porque las plazas son más pequeñas e incómodas (el asiento es dos centímetros más corto); segundo, porque hay menos espacio para las piernas y la cabeza; tercero, porque se pierde maletero.
Maletero
El maletero es muy grande, 521 litros. Se quedan en 500 l si se opta por la rueda de repuesto de emergencia o por el equipo de sonido que lleva subwoofer. Con la rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro, la capacidad se reduce hasta 426 litros. En los 4x4 sólo se puede montar una rueda de repuesto de emergencia. Nuestras unidad de pruebas (1.5 TSI 150 caballos tracción delantera) no tenía rueda de repuesto, sino un kit de reparación de pinchazos (imagen).
Con el sistema VarioFlex, la capacidad del maletero es 588 litros si los asientos van completamente adelantados (por lo tanto sin posibilidad de llevar pasajeros ya que no queda sitio para las piernas). Si se retrasan al máximo, el maletero tiene hasta 479 litros. Con esta opción de asientos traseros móviles también es posible llevar rueda de repuesto.
Sea cual sea la configuración, el maletero del Karoq es muy práctico, con soluciones que no suele haber en otras alternativas. Hay unos tiradores muy cómodos para abatir el respaldo de los asientos traseros (imagen), una toma de corriente de 12V (imagen), cajones en los laterales a dos niveles para llevar pequeños objetos (imagen) o unos ganchos de buen tamaño —y aparentemente resistentes— montados sobre carriles que vienen muy bien para colgar bolsas (imagen). Existen opciones que facilitan el transporte de la carga, como redes o una alfombrilla con una cara de tela y otra de goma. Lo único que me ha parecido mejorable del maletero es el único punto de luz que hay es poco potente (en nuestro caso de led) y no deja ver bien en la oscuridad.
Otras soluciones prácticas interesantes que lleva el Karoq son la rasqueta de hielo en la portezuela de la boca del depósito de carburante, el paraguas bajo el asiento del acompañante y la posibilidad de montar un gancho de remolque retráctil.