Este motor, que daba una gran sensación de empuje en un Audi A6, al Ibiza la queda muy bien. Hay motores que hacen a los coches parecer más rápidos de lo que son. Con éste ocurre lo contrario, es aún más rápido de lo que parece.
He medido las prestaciones con mucho viento, algo que siempre perjudica más que favorece (las mediciones de aceleración y recuperación son una media de dos sentidos). Aún así, las prestaciones que han salido hacen pensar que este Ibiza puede ser el utilitario deportivo más rápido hasta 175 CV. Si el peso del futuro Ibiza Cupra de 180 CV es semejante al del FR (1.152 kg), no me sorprendería que la aceleración de ambos también lo fuera.
Si no da mucha impresión de correr, puede ser porque el motor no sube mucho de vueltas. Da la potencia máxima a 5.500 rpm, la zona roja del cuentavueltas empieza a 6.500, y no se gana aceleración a partir de 6.000. He medido el adelantamiento a 80 km/h partiendo desde segunda velocidad (a 5.230 rpm), desde tercera (a 3.670 rpm) y cambiando a 6.000 rpm en todo caso. En los primeros 80 m de la aceleración es más rápido en segunda, pero a partir de ahí ya hay ventaja si se acelera desde tercera; ese adelantamiento (que dura 173 m) es más rápido desde tercera.
Los desarrollos son teóricamente cortos porque, en la marcha más larga, pasa del régimen de potencia máxima. Otro indicio de que la potencia de este motor es posiblemente mayor de la homologada es la facilidad con que llega a 6.000 rpm en quinta.
Por la fuerza que tiene el motor y por lo bien escalonado que está el cambio, no se echa de menos una caja de seis marchas en carreteras lentas y medias. Las tres primeras marchas están bien para circular por carreteras lentas. Si se estira la segunda hasta 6.000, alcanza 92 km/h; al cambiar a tercera, el motor queda a más de 4.200 rpm.
Lo que le daría una caja de seis velocidades es la posibilidad de viajar en sexta con menos ruido y consumo, precisamente porque el motor es capaz de dar mucha aceleración desde un régimen muy bajo. No me gusta de esta caja de cinco marchas que tiene recorridos de la palanca muy largos y resulta lento; no es impreciso.
La estabilidad recuerda a la de otros Ibiza, es un coche normalmente estable y fácil de conducir. La suspensión del FR es un poco seca, va bien sobre carreteras de suelo uniforme y tiende a sacudir mucho la carrocería en las bacheadas.
Como ocurre con algunos modelos del grupo Volkswagen, que la suspensión sea seca no la convierte en dura. Los movimientos amplios de la carrocería están bien contenidos en este caso, pero no es un coche que tenga poco balanceo. Al ahuecar en curva, por ejemplo, tiende a cerrar la trayectoria convenientemente, pero a la vez se nota un cierto balanceo.
No lo he conducido sobre carreteras resbaladizas pero, por como tira el volante al acelerar en curva, da la impresión de que puede faltar motricidad. Las ruedas de la unidad que he llevado (Bridgestone Turanza) parecían dar un buen agarre. Sin embargo, no han salido buenos resultados en las pruebas de frenada. Más adelante volveremos sobre esta versión del Ibiza y lo comprobaremos.