Los 75 CV de su motor 1.4 16V se quedan un poco justos en los repechos o a la hora de adelantar, sobre todo si vamos cargados, pero en zonas llanas permiten mantener sin problemas una velocidad de crucero alta. Su velocidad máxima (170 km/h) está en la línea de la que alcanzan otros modelos de similar tamaño y potencia, pero su respuesta al acelerar es de las mejores. Destaca especialmente en capacidad de recuperación, prácticamente al mismo nivel que coches más potentes como el Opel Corsa 1.4 16V con 90 CV y mucho mejor que otros similares.
El consumo es moderado; durante nuestra prueba hemos medido un consumo medio de 6,6 litros/100 km en conducción tranquila por ciudad y carretera (6,4 l/100 km el homologado). En el extremo opuesto, en conducción muy rápida, el consumo ha sido de 11,4 litros/100 km.
En estabilidad, el Ibiza 1.4 16V se encuentra a un excelente nivel, aunque no mejor que coches como el Renault Clio, Peugeot 206 o Volkswagen Polo. Las suspensiones están bien equilibradas y no resulta torpe en curva ni tampoco es exigente de conducir; además tiene un buen nivel de confort. El eje delantero entra bien en los virajes, con un ligero subviraje en conducción muy exigente. La parte trasera se sujeta bien y no hace extraños, desliza de forma progresiva cuando el conductor lo provoca o se equivoca. En conducción normal es difícil que la parte trasera se mueva y sólo puede llegar a descolocarse frenando en apoyo (especialmente sin ABS). Las suspensiones no son duras y no pueden impedir que la carrocería balance, pero el Ibiza no transmite sensaciones «de barco». En carreteras con baches, las suspensiones son absorbentes y no hay movimientos ni rebotes extraños, aun circulando a buen ritmo.
La caja de cambios tiene un accionamiento rápido y las marchas se encuentran con suficiente precisión. En un uso tranquilo es agradable, en conducción deportiva obliga a marcar bien cada marcha para que entren con rapidez. Los desarrollos de la transmisión son un poco largos. La velocidad máxima en quinta marcha no coincide con el régimen máximo de giro del motor (5.750 rpm).
El tacto de los frenos es mejorable. El pedal tiene un recorrido largo y las pastillas carecen de mordiente y se fatigan con facilidad en un uso exigente. No es fácil dosificar la frenada y en las fuertes puede llegar a desequilibrarse de atrás, lo que hace muy aconsejable llevar el ABS que se ofrece opcionalmente. A pesar de todo, nuestras mediciones desvelan curiosamente que el Ibiza es capaz de frenar en bastantes menos metros que otros modelos similares que hemos probado.
Los faros de parábola simple se quedan algo justos. Tienen buena potencia, pero las luces largas anulan a las cortas y se pierde amplitud de campo y visión en los laterales.