Cuando Javier Moltó tuvo la primera toma de contacto con el 75 Tourer en Inglaterra comentaba que no le había parecido cómodo el puesto de conducción (con el volante a la derecha). Sin embargo, tras probarlo con el volante a la izquierda, a mí me ha parecido un coche cómodo en general, con los mandos bien dispuestos y todo al alcance.
Nuestra unidad de pruebas (versión «Club») tenía de serie asientos delanteros con reglaje eléctrico, calefacción y tres memorias, lo que permite encontrar más fácilmente la postura a la medida. Se podía regular la altura e inclinación de la banqueta, así como el apoyo lumbar (con una ruedecilla manual). El volante (forrado en piel) también se regula en altura y distancia, con un recorrido que permite ajustarlo a la medida. Sólo hay un pequeño matiz mejorable: la palanca del pedal del embrague tiene una forma que va hacia el reposapié y, si tenemos zapatos anchos, nos tropezamos con él cada vez que movemos el pie desde el pedal del embrague al reposapié o viceversa.
Los asientos delanteros sujetan correctamente el cuerpo; son un poco blandos, pero no he sentido fatiga durante un viaje largo. La instrumentación se puede leer con facilidad. Tiene dos indicadores principales y dos pantallas digitales: una que indica temperatura exterior, cuentakilómetros total y cuentakilómetros parcial, y otra que indica las funciones del ordenador de viaje y puertas abiertas.
El ordenador (incluido con la opción del navegador) nos muestra información sobre el consumo y la velocidad media, autonomía, un segundo cuentakilómetros parcial y el límite de velocidad (suena un pitido cada vez que superamos la velocidad predeterminada por el conductor). Sirve además como monitor de averías mecánicas, puertas, capó o maletero abiertos, luces fundidas (tiene un testigo individual para cada una de ellas), indicador de intervalos de servicio (en kilómetros) y también aparece un mensaje que nos avisa de que la pila del mando a distancia se queda sin carga.
Todos los mandos quedan muy a mano y se accionan con facilidad, pero el conmutador de luces está quizá un poco bajo y los mandos del volante con los que se controla las funciones del equipo de audio y el control automático de crucero (opción de 300,5 €) son mejorables (obligan a levantar la mano del volante para accionarlos).
La dirección tiene un grado de asistencia acertado, resulta precisa y permite maniobrar en un radio de giro moderado (11,3 m). La visibilidad hacia atrás es algo limitada en maniobras de aparcamiento. Nuestra unidad de pruebas tenía en el paragolpes trasero un control de distancias de aparcamiento (opcional) que ayuda mucho al aparcar un coche largo como el Tourer (en el interior se escuchan unos pitidos que cambian conforme nos acercamos al obstáculo).
La disposición de guanteras hace agradable y funcional su uso diario. También hay un reposalatas escamoteable en el salpicadero y tiene un apoyabrazos con guantera situado entre los asientos delanteros (sólo en Club). El cargador de 6 CD´s (opcional en modelos Comfort y Classic y de serie en los Club) está situado en la guantera y resta casi todo el espacio útil.
El Tourer que hemos probado tenía faros de xenón (opción) de excelente iluminación. Las cortas son xenón y las largas potentes halógenas. Los antiniebla son también muy eficaces como «cuneteros».
Por equipamiento y nivel de terminación, el Rover 75 Tourer 2.0 CDT me parece que está situado a gran altura. Tiene (de serie o en opción) todo lo que se puede esperar en un modelo de su categoría, destacando especialmente el equipo de serie de la versión «Club»: con tapicería de cuero, asientos delanteros eléctricos y calefactados, climatizador automático con regulación de temperatura independiente en la zona izquierda y derecha, salidas de aire en plazas traseras y radiocasete Alpine 4 x 25 w con cargador de CD´s y equipo de ocho altavoces Harman Kardon con doble subwoofer y amplificador de 180 W (de excelente sonido).
Otros elementos que puede tener son limpiaparabrisas automático, retrovisores con replegado eléctrico, ordenador de viaje, volante con aro de madera, navegador por satélite, sistema de televisión integrado con el navegador, airbag de protección de cabeza, techo corredizo eléctrico, control de tracción y llantas de aleación de 16 ó 17 pulgadas. El único elemento importante del que carece es el control de estabilidad.