El Streetwise es una versión modificada del Rover 25 con la que Rover espera atraer a clientes que pueden estar interesados en vehículos con aspecto de «todo terreno». En cierta medida, el Streetwise es a un Rover 25 lo que un Allroad es a un A6.
Las diferencias de carrocería entre un Streetwise y un 25 son las que se pueden ver en las imágenes. Al margen de que resulte o no atractivo, el Streetwise tiene la interesante faceta práctica de que está muy bien defendido contra los pequeños roces que se producen en ciudad. El plástico que lleva alrededor es menos delicado que un paragolpes pintado y, si se raya, da menos aspecto de deterioro que el plástico o la chapa rayados.
La diferencia mecánica con un Rover 25 normal es que tiene unos suplementos en la suspensión que elevan la altura libre sobre el suelo a 160 mm, cuando un 25 normal tiene 120 mm. La altura libre del Streetwise la misma que tiene un Ford Fusion y 10 mm menor que la de un Honda HR-V. En ciudad, esa altura libre asegura que los bajos no van a tocar en ningún obstáculo normal (bordillos, baches, rampas de garaje o cosas así).
Esa ganancia de altura hace que la perspectiva desde el puesto de conducción del Streetwise sea algo mejor que desde un turismo normal, pero no tanto como desde un monovolumen. El asiento del Streetwise no está muy elevado sobre el suelo del coche (como sí ocurre en un Ford Fusion, por ejemplo), de manera que la distancia total entre el asiento y la carretera es parecida a la de un turismo donde el asiento se pueda colocar alto.
Ahora está a la venta con una gama de dos motores, dos carrocerías y dos niveles de equipamiento. Los motores son un gasolina de 1,4 l y 103 CV, o un Diesel de 2,0 l y 101 CV.
De los dos, me parece más recomendable el Diesel porque tiene mucha más fuerza y gasta algo menos. Es un motor con el ruido y las vibraciones que tenía la anterior generación de motores Diesel, pero que le da al Streetwise una buena aceleración en cualquier marcha.
El motor de gasolina es indudablemente más suave y sólo es menos ruidoso al acelerar; si se acelera mucho con el Diesel, se oye el claqueteo característico de este motor. Por el contrario, el Diesel suena menos a velocidad constante. En todo caso, si la velocidad es alta, el principal ruido que se oye es el del aire, más que el del motor.
El motor de gasolina no parece darle al Streetwise las prestaciones que cabe esperar de un coche de 103 CV que —además— no pesa mucho. En 2004 habrá un motor de gasolina con 1,6 litros de cilindrada y 109 CV que, por lo visto en otros modelos de Rover, me parece más aconsejable que el 1,4.
A quien piense llevar el coche principalmente por ciudad, no obstante, le puede interesar el gasolina, dado que cuesta entre 1.600 y 1.900 € menos (según la versión). En ciudad, la gran ventaja de prestaciones del Diesel no se nota y su menor consumo tiene poco efecto en el coste de mantenimiento, ya que en ciudad difícilmente se hacen muchos kilómetros.
La suspensión es algo más dura que la de un Rover 25 y eso compensa en parte que el Streetwise vaya más alto, aun así, se nota que pierde algo de estabilidad con relación a un turismo normal. El Streetwise tiene antibloqueo de frenos de serie pero no puede tener control de estabilidad ni como opción.
El Ford Fusion (uno de los pocos coches comparables por tamaño y altura sobre el suelo) es más estable y más incómodo que el Streetwise. Las versiones de tracción delantera de coches como el Honda HR-V o el Toyota no se conducen con tanta facilidad como el Streetwise.
Las carrocerías disponibles son de tres o cinco puertas. El tres puertas tiene necesariamente un nivelo de equipamiento llamado «S» y el cinco puertas los tiene «SE» (tabla comparativa).
Las medidas interiores del Streetwise son exactamente las mismas que las de un Rover 25. No hay mucha altura libre en ninguna de las dos plazas, destaca por su espacio para las piernas atrás y resulta estrecho si se pretende llevar a cinco personas. Hay una versión de dos asientos traseros que me parece interesante pero que, de momento, no se vende en España.
A igualdad de motor, el Streetwise cuesta entre 895 y 940 € más que un Rover 25 (depende de la versión).
El Streetwise estrena el nuevo escudo de Rover, del que desaparece el el vikingo característico de la marca hasta ahora.