Con este prototipo, Rover trata de mostrar el aspecto o al menos algunos rasgos que tendrán futuros modelos de esta marca: «el TCV es un elemento integral del programa que se materializará en una nueva generación de productos MG y Rover, el primero de los cuales saldrá a la venta en 2004».
El TCV es, en esencia, un coche familiar con equipamiento de lujo. Tiene en su interior cinco plazas individuales, de las cuales, todas menos las del conductor se pueden abatir. De esta forma quedan totalmente enrasadas sobre el suelo y la longitud máxima para meter objetos es 3,1 metros. Para facilitar la carga de objetos voluminosos o pesados, la parte inferior del parachoques es abatible sobre una bisagra, así queda a la altura del piso del maletero, a modo de plataforma de carga.
El Rover TCV está más elevado de lo habitual con respecto al suelo que en coches familiares y tiene ruedas mixtas (asfalto y tierra). Es posible que también esté pensado para circular adecuadamente por caminos o pistas de tierra, como un Audi Allroad o un Volvo XC70.