El cualquier tipo de carretera, las suspensiones filtran bien las irregularidades del terreno y aportan en el Clio dTi un buen confort de marcha y estabilidad. Son suaves y no impiden que la carrocería balancee bastante, pero el coche mantiene la trayectoria correctamente y el guiado del eje delantero, de tipo McPherson, es eficaz en líneas generales. No acusa un subviraje destacable y se muestra bastante progresivo de reacciones.
Esto hace más relajada y sencilla la conducción, ayudados por un manejo del cambio rápido y preciso, por una dirección con un grado de asistencia acertado (aunque debería ser más directa) y por unos frenos que tienen un tacto fácil de dosificar y aguantan correctamente el trato exigente (con discos ventilados delante). Eso sí, nuestra recomendación es equipar el ABS opcional (90.000 pesetas) por dos motivos: uno, porque aporta mayor equilibrio y seguridad en frenadas de emergencia y, el otro, porque viene acompañado por unos discos ventilados delante. Sin el ABS, los Clio 1.9 dTi tienen discos macizos en el tren delantero y esto reduce su resistencia y capacidad de frenada.