Donde más se notan los cambios exteriores es en la parte delantera, con un paragolpes de diseño distinto, diferentes tomas de refrigeración y los mismos faros de la versión Turbo. La parte trasera recibe otros rasgos heredados del 911 Turbo, como las dos salidas de escape con forma semi-ovalada o un paragolpes más sobresaliente en su extremo inferior. También las llantas de aleación ligera son de nuevo diseño.
Según Porsche, las luces son mejores porque hay más intensidad en la zona iluminada, el haz es más uniforme, tiene una zona límite entre luz y oscuridad más clara, y no deslumbra a los peatones. Puede llevar opcionalmente doble faro de xenón (corta y larga), con ajuste automático de altura.
Porsche le ha puesto al 911 algunas cosas que le faltaban. Una de ellas es una guantera; es pequeña (5 litros), pero algo es algo. Tiene otras mas o menos prácticas, como portabotes o un ajuste del asiento con el mando a distancia de la llave,
El Cabrio tiene una luna trasera, en lugar de un plástico, lo que permite que lleve una resistencia para desempañarla.