De acuerdo con la reglamentación del Campeonato FIA GT, Porsche necesita homologar y vender al menos 200 unidades de un modelo para correr con él. El GT3 RS responde a esa normativa: es una versión de calle de un coche hecho para competir en GT.
La principal diferencia del RS con un GT3 normal es que está aligerado 50 kg. En condiciones de homologación (depósito lleno y con un conductor de 75 kg de peso), el RS pesa 1.435 kg; el depósito tiene 90 l de capacidad. La luneta es de un material acrílico en lugar de vidrio; el capó delantero y el alerón están aligerados, con refuerzos de fibra de carbono. El paragolpes delantero deja unas aberturas adicionales que no tiene el GT3.
Los bujes y varios brazos de la suspensión (delantera y trasera) son distintos, así como la alineación en el eje trasero. El RS tiene de serie otros elementos que no lleva el GT3 normal, con una jaula de seguridad homologada para competición. Las llantas tienen el mismo diseño, pero están parcialmente pintadas con el color del logotipo. No lleva (al menos de serie) los discos de frenos cerámicos PCCB.
No hay cambios en el motor, Porsche mantiene el 3,6 litros en versión de 381 CV que tiene el actual GT3. Da la potencia máxima a 7.300 rpm y alcanza un máximo de 8.200.
El volante motor es de una sola masa y más ligero que el de doble masa que lleva el GT3. La caja de cambios es de seis velocidades.
Acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 s, una décima de segundo menos que un GT3 normal. Hasta 200 km/h tarda 14 s y alcanza una punta de 306 km/h, la misma que un GT3.
Sólo se vende en color blanco, con el logotipo lateral en azul o rojo. Su precio sin impuestos en Europa es 104.000 €; con el 28 por ciento que se aplica en España, equivaldría a 133.120 €, unos 19.100 € más que un GT3.
Porsche ha utilizado anteriormente las siglas «RS» (acrónimo alemán de «Renn Sport») en el Carrera RS 2.7 de 1972 y en el 911 SC RS de 1984.