Hace ya unos cuantos años, un buen conocedor y apasionado de los Porsche 911 me explicaba, con énfasis, que una de las cosas que distingue a un Porsche es que te puedes hacer un viaje de 500 km exprimiendo la mecánica al máximo y, cuando llegas al primer semáforo y te detienes, el motor ralentiza como si lo acabaras de arrancar. Este nuevo Porsche 911 Carrera que he tenido ocasión de probar ha vuelto a confirmar que aquel comentario de mi buen amigo sigue siendo cierto.
El 911 Carrera tiene ahora un motor más potente (320 CV), ligeros cambios de diseño que lo distinguen más del Boxster y que afectan también a la aerodinámica, retoques en el bastidor y mejoras en la funcionalidad. Con dichas variaciones, el 911 me ha parecido un coche todavía más rápido, igual de eficaz y más agradable en el uso diario. El nuevo motor destaca especialmente por su excelente capacidad de recuperación desde poco más de 1.000 rpm.
En un coche como el Porsche 911, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 285 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 5,0 segundos, resulta sorprendente la facilidad con la que se puede circular por ciudad a ritmo de pequeño utilitario y su excelente maniobrabilidad, algo poco habitual en un coche tan deportivo.
Tres pequeños detalles que antes no tenía hacen ahora su interior más funcional: una guantera con llave para guardar la documentación, unas pequeñas bolsas laterales en las puertas y un reposalatas escamoteable situado justo debajo de las salidas de aire.
Comparado con otros deportivos de similar potencia, el Porsche 911 Carrera sigue siendo uno de los mejores en prestaciones, estabilidad, capacidad de frenada e, incluso, por comodidad. Es un coche de suspensiones duras, pero que absorben muy bien las irregularidades del piso y resulta más cómodo de lo que podríamos imaginar.
En el interior nos encontramos una presentación atractiva, un ajuste excelente y un puesto de conducción que, aunque inicialmente puede no convencernos, tras un leve periodo de adaptación resulta cómodo. El equipamiento puede llegar a ser muy abundante, prácticamente hecho a la medida en la elección de guarnecidos, colores y dispositivos, pero hay algunas opciones impropias de un coche de su precio.