Al conducirlo por autopista, me ha parecido que con la capota abierta, las ventanillas bajadas y sin el cortaviento, es posible mantener una conversación sin elevar mucho la voz hasta unos 120 km/h. En esas condiciones, el azote del aire no me parece que sea muy molesto hasta unos 150 km/h en trayectos de unos 100 km.
A diferencia de otros descapotables, no se va claramente mejor con las ventanillas subidas. Las pequeñas ventanillas traseras no suben cuando la capota está plegada. Las delanteras quitan un poco de ruido, pero no hacen mucho por bajar el azote del aire. El cortavientos sí es definitivo en este sentido: disminuye notablemente el ruido y limita mucho las corrientes fuertes de aire en el interior.
Con el cortavientos puesto y las ventanillas subidas, se puede ir a un ritmo de viaje muy alto sin que el viento y el ruido molesten. Las personas altas o las que, sin serlo, conduzcan muy erguidas, sí notarán el aire en la parte superior de la cabeza.
Después de salir de la autopista, la presentación transcurría por una carretera del Tirol de trazado delicioso donde, lamentablemente, había niebla, lluvia, pueblos, obras, ciclistas, vacas y lo que dejan las vacas. Así pues, no he podido experimentar mucho la estabilidad ni los frenos.
Me ha parecido que, cuando el coche está abierto, se pueden notar en el volante algunas vibraciones si el suelo está bacheado; con la capota puesta no he notado claramente esas vibraciones.
No he conducido el Carrera 4S cupé pero, comparado con un Carrera cupé normal, este 4S Cabriolet me parece más duro de suspensión y menos absorbente en pequeños baches. Esa capacidad de absorción del Carrera es una gran ventaja en carreteras irregulares, porque hacen que el coche no se descoloque.
Ignoro cuánto afecta a la estabilidad la pérdida de rigidez y el endurecimiento de la suspensión, pero creo que en esta versión se nota lo que también se puede notar normalmente en un Carrera: una dirección peculiar pero precisa, una excepcional motricidad, una capacidad de frenada como muy raramente se encuentra y el empuje característico del motor, poderoso a medio régimen y rabioso a partir de unas 4.500 rpm y hasta 7.000.
He tenido ocasión de conducir una unidad con los frenos de serie en el Carrera 4S, y otra con los frenos cerámicos opcionales. Por cómo estaba casi toda la carretera, me ha sido imposible notar si los frenos opcionales frenaban más o si se calentaban menos. Lo que sí me parece es que el tacto del pedal es muy parecido en los dos casos. También me parece que, para un uso normal o normalmente rápido, los frenos de serie son más que suficientes. Los frenos cerámicos costarán unos 6.000 €.