El motor HPi funciona según el diseño de Mitsubishi: el motor trabaja con una mezcla pobre cuando es posible y normal cuando es necesario. Con poca carga y hasta 3.500 rpm de régimen el motor puede funcionar con el doble de aire que un motor normal. Esto reduce el freno para el motor que constituye una mariposa casi cerrada.
Para que la mezcla pobre arda hay un sistema que concentra casi toda la gasolina en torno a la bujía. La inyecta justo al final de la carrera de compresión (como en un Diesel), y la turbulencia que hay en la cámara la lleva junto a la bujía.
Esa turbulencia la causa la propia gasolina, que resbala sobre la superficie curva del pistón, y el aire, que entra en la cámara de forma que produce un torbellino que coincide con el recorrido de la gasolina.
Cuando hace falta más fuerza de la que puede dar el motor con mezcla pobre, automáticamente cambia a modo normal. La inyección ya no es en la carrera de compresión, sino en la de admisión; la gasolina no se concentra en la bujía, sino que se mezcla homogéneamente con el todo el aire.
Incluso en este modo de funcionamiento la inyección directa mejora el rendimiento. Como la gasolina se evapora dentro de la cámara y no fuera, la enfría ligeramente. Esto hace más difícil una combustión indeseada (detonación) y aumenta un poco la densidad del aire.