El habitáculo del Opel Mokka no es espacioso, aunque sí válido para cuatro adultos de talla normal. Cinco se encontrarán incómodos porque la anchura disponible en las plazas posteriores es muy escasa. La mejor cota es la altura libre al techo, especialmente en las plazas posteriores, y la peor, la anchura (mediciones interiores). La plaza central queda algo más alta (imagen) y tiene un respaldo más duro por lo que es incómoda de utilizar.
Hay modelos con menos espacio interior que el Mokka, como por ejemplo un Nissan Juke. Por su parte, un Mitsubishi ASX es ligeramente mayor en casi todas las medidas (tabla comparativa). En conjunto, si se necesita un vehículo espacioso, hay mejores alternativas, como por ejemplo, un Škoda Yeti o un Mazda CX-5.
En el Mokka, el acceso a las plazas traseras no está muy bien resuelto porque las puertas tienen un ángulo de apertura pequeño y no dejan un hueco especialmente grande para pasar. A los asientos delanteros se accede sin dificultad.
Todas las unidades del Mokka que hemos conducido, tanto en las presentaciones como en la prueba, tenían los asientos delanteros opcionales (405 €) denominados en la lista de equipamiento como «Asientos AGR» (imagen).
Son cómodos, dan un apoyo uniforme a toda la espalda y sujetan muy bien el cuerpo en las curvas. Además de las regulaciones habituales, es posible cambiar la inclinación y la longitud de las banquetas (imagen). Los recomendaríamos pero nos queda la duda de saber cómo son los de serie.
Encontrar una posición de conducción cómoda es sencillo porque hay muchos reglajes a disposición del conductor. Sólo me ha parecido incómodo el reposabrazos derecho (imagen), que si está bajado molesta para quitar el freno de estacionamiento.
El aspecto general del habitáculo del Mokka recuerda al de otros modelos de Opel, especialmente el Astra. Con el tacto y la calidad de los materiales sucede igual. Es bueno en ambos casos. Los ajustes entre piezas son correctos. En las versiones más equipadas, con navegador y climatizador, así como otros elementos que se manejan desde la consola, hay muchos botones (imagen). El pequeño tamaño de algunos de ellos puede provocar que se desvíe la vista de la carretera más de lo que sería adecuado.
Algunos de los elementos de equipamiento opcionales son muy útiles y funcionan muy bien, como el volante y los asientos con calefacción, que dan mucho confort y tardan poco en empezar a desprender calor, o el reconocimiento de señales de tráfico —muestra la información en pantalla del cuadro de instrumentos—.
El navegador y el sistema de manos libres Bluetooth para teléfonos móviles son sencillos de manejar mediante los mandos del volante y la consola. El control de algunas funciones también están disponibles mediante órdenes vocales.
La conexión USB para fuentes de sonido externas y la toma de 12 V para conectar aparatos electrónicos (imagen) están ubicadas delante de la palanca de cambios. Tienen sendas tapas que los ocultan.
Maletero y huecos para objetos
El maletero tiene una capacidad de 356 litros, independientemente del sistema de tracción. No es mucho comparado con el de sus alternativas. Por ejemplo, un Mitsubishi ASX tiene 416 litros, un Škoda Yeti 405 litros y unas Nissan Qashqai 400 litros (listado comparativo).
Es posible ampliar la capacidad de carga hasta 1372 litros reclinando los respaldos de los asientos posteriores —proporción 60/40 (imagen)—, para lo que hay que abatir la banqueta y dejarla pegada a los respaldos de los asientos delanteros (imagen). Queda un fondo plano (imagen). Para mover la banqueta hay un tirador de tela mientras que para abatir los respaldos traseros hay un botón en los extremos, en la parte alta de ellos mismos. Resultan pesados cuando se quiere volver a colocarlos en la posición de servicio.
El maletero es fácil de aprovechar porque tiene formas regulares y sencillo de cargar porque el borde de carga no queda demasiado algo (mediciones). Bajo el piso hay un doble fondo para guardar algunos objetos y, tras éste, otro hueco donde está la rueda de repuesto. Ésta es de menor tamaño que las otras cuatro —es una opción muy recomendable y no es costosa (50 €)—. Si no la lleva, hay un equipo de reparación de pinchazos en un cajón del lado derecho del maletero (imagen) y así se puede aprovechar el hueco de la rueda para llevar objetos, como por ejemplo los triángulos de emergencia (imagen).
Como elementos prácticos hay cuatro ganchos en los que sujetar unas bolsas y cuatro argollas para poder fijar elementos de sujeción como una red o unas cinchas elásticas y así asegurar la carga. En el lado izquierdo del maletero hay un pequeño hueco para objetos. Se puede echar de menos una toma de 12 V para conectar equipos eléctricos, como por ejemplo una nevera portátil.
El portón queda suficientemente alto, una vez abierto, como para que personas de 1,80-1,85 metros accedan al maletero sin tener que agacharse. Se cierra con poco esfuerzo.
De los 19 sitios previstos para dejar objetos repartidos por todo el interior del Mokka, sobresalen las dos guanteras con tapa justo delante del acompañante delantero (imagen) y los espacios dobles que hay en las puertas delanteras, en la parte baja y más o menos a la mitad, por debajo del apoyacodos (imagen).
Otros espacios para dejar cosas son el cajón que hay a la izquierda de la columna de la dirección, el hueco de delante del cambio y los dos para botes de bebida entre los asientos delanteros, así como el que hay tras ellos —con tapa—.
Los pasajeros de las plazas traseras tienen a su disposición dos huecos para bebidas en el interior del respaldo del asiento central —se abate y hace de apoyabrazos (imagen)—, los huecos de las puertas —dobles como en las delanteras; largos pero estrechos (imagen)—, unas bolsas en los respaldos de los asientos delanteros (imagen) y una toma de 12 V para conectar aparatos electrónicos.